Por Jennifer Hartkopf

Otra vez Rosario y varias localidades de la región estuvieron bajo el agua el fin de semana. Sucedió lo peor: picos impresionantes de agua caída en cortos períodos de tiempo hicieron de Santa Fe una provincia de árboles caídos, anegamientos, calles y rutas cortadas, cientos de evacuados y gran cantidad de viviendas inundadas. Pero eso no es todo, pues aún existen posibilidades de que en dos semanas vuelvan a repetirse tormentas similares, aunque no tan intensas como las que afectaron principalmente a la localidad de Arroyo Seco.

Ante este panorama, y dada la frecuencia con que se vienen repitiendo escenarios similares, Conclusión consultó a dos especialistas en meteorología, Luis Blotta Stengel y Oscar Monjelat, quienes coincidieron en que «si bien lo sucedido era lo esperable, y es completamente normal, no pudo predecirse ‘correctamente’ sobre la cantidad de agua caída en un solo sitio».

«Si revisamos para atrás, prácticamente el 100% de los pronósticos anticipaban que el domingo iba a ser un día complicado por las condiciones meteorológicas. Eso se dio, es decir que el pronóstico de abundantes lluvias ocurrió y fue un poco más aún de lo que se esperaba: el límite eran 150 milímetros de promedio pero tuvimos picos, como el caso de Arroyo Seco, donde cayeron 400 milímetros», señaló Monjelat.

Enseguida explicó el fenómeno y dijo que «este tipo de precipitación es normal dentro de ciertas formaciones nubosas. Lo que se dio fue justamente el escenario más propicio para que se desarrollaran esas tormentas y lo que se llama ‘situación de bloqueo’, o sea las tormentas no avanzaron hacia el este, como se esperaba, sino que se quedaron mucho tiempo sobre una misma porción de nuestro territorio. Se trató de una nube de tormenta que generó mucha actividad eléctrica, mucha descarga de rayos y sobre todo importantísima cantidad de agua caída en muy cortos períodos de tiempo».

«Cuatrocientos milímetros en doce horas lo podemos considerar un récord histórico por la precipitación acumulada en tan poco tiempo», destacó y agregó: «400 milímetros es un dato para tener en cuenta para futuras obras que se pudieran hacer, porque estamos hablando de 4 millones de litros por hectárea, ¡es una barbaridad!».

Consultado sobre la posibilidad de que continúen las lluvias de esta magnitud de cara al futuro, Monjelat indicó que «a pesar de que la atmósfera se calmó, de que hay un pequeño refresco en nuestra zona, todavía no estamos exentos que en los primeros días de febrero podamos tener otra vez grandes lluvias sobre nuestra región, no un episodio como Arroyo Seco, pero hay que estar alertas».

A modo de advertencia manifestó que «ahora ya no importa que sean 100 o 200 milímetros los que caigan a futuro porque con la cantidad de agua que hay en toda la región, 20 o 30 milímetros ya van a complicar el panorama«. Además, dijo que otra cuestión a considerar «es que no se renovó para nada la masa de aire, estamos en un refresco, pero seguimos en una masa de aire muy húmeda y la base fundamental para las fuertes lluvias es que tengan humedad disponible y eso lo tienen».

Finalmente, el especialista expresó que «a pesar de estar en un período neutral, nos había quedado una reserva de agua con mucha agua disponible, por lo que era esperable que en los períodos de calentamiento que veníamos teniendo, encima verano, se formaran este tipo de tormentas». «No fue nada para sorprenderse sino que era absolutamente esperable», cerró.

Por su parte, Blotta Stengel hizo hincapié en los comportamientos Neutro, Niño y Niña del océano Pacífico y dijo que cualquiera sea el que se esté atravesando hay que saber que «para cualquier campo, ciudad, pueblo, subregión, es independiente porque son fenómenos que afectan a grandes cuencas, por lo que los pueblos y las regiones provinciales se inundan o se secan sin acompañar ningún proceso del Pacífico» y añadió: «Niño, Niña y Neutro ajustan muy bien (al 95 % de exactitud) sobre enormes cuencas».

Así, sobre el último temporal dijo que lo ocurrido «se debe a la variabilidad climática. Sobre una ciudad podemos calcular cuándo va a llover en 24, 48 horas, lo que no podemos decir es cuánto».

«Si hay Niña, los 1.000 kilómetros de costa del Paraná no se van a inundar. Si hay Neutro, sobre los 1.000 kilómetros de costa del Paraná no va a haber inundación. Pero lo demás corre por variabilidad climática o sea que tanto en Niña como en Neutro pueden suceder lluvias como las recientes. Estos son fenómenos que refieren a grandes cuencas, no ajustan a pueblos«, finalizó.