Estatales nucleados en ATE, trabajadores de hospitales públicos bonaerenses y empleados judiciales protagonizaron ayer un nuevo paro de 24 horas conjunto, en reclamo a la mandataria macrista María Eugenia Vidal de la reapertura de las paritarias -o una nueva oferta salarial, según el sector- y mejoras laborales.

La estocada de los sindicatos -alineados bajo la CTA Autónoma- incluyó una movilización hacia la Legislatura, y consignas además en defensa de la continuidad laboral de unos 15 mil trabajadores, cuyos contratos vencerían el 31 de diciembre.

En rigor, el Ejecutivo de Cambiemos se encuentra ya en etapa de negociación con este ramillete de gremios, con los que selló paritarias cortas con renegociación en función de la inflación.

En esa línea, la semana pasada mantuvo un encuentro con los trabajadores de la salud nucleados en la CICOP, que no logró arribar a un entendimiento, lo que derivó en la huelga de esta semana (que en este caso fue de 48 horas y arrancó el miércoles).

«Sólo ratificó la oferta salarial que realizó hace unos días del 8,9% de aumento para el período julio- septiembre», dijo el titular del gremio, Fernando Corsiglia.

En tanto, en las próximas horas serán recibidos los estatales, para discutir una recomposición para el último trimestre, que desde ATE piden que «no sea menor al 16% de bolsillo, retroactivo a enero». El sector acordó un aumento por el primer semestre del año del 15%, mientras que pactó otro 16% a partir de julio.

El escenario es diferente para los docentes, que rubricaron con Vidal a fin de febrero un aumento en cuotas del 34,6% y que exigen la reanudación de la puja salarial. Sin embargo, en el Gobierno entienden que la inflación no empardó aún esa suba, por lo que en los últimos días ratificaron que no tienen previsto reanudar esas paritarias.