Por Marcelo Chibotta

Luego de tres meses de haber asumido al frente del Partido Justicialista de Santa Fe, Ricardo Olivera conversó con Conclusión acerca de la situación política de su partido, de cómo interpreta el actuar de miembros en funciones legislativas y de cómo ve la actividad política de integrantes del Frente Progresista y de Cambiemos.

“El justicialismo se está preparando y trabajando en función de un proyecto para ser una alternativa de poder en el 2019”, dijo Olivera durante la entrevista, a la vez que aseguró que los proyectos son más importantes que los candidatos.

Por otra parte, el ministro de Interior del gobierno nacional, Rogelio Frigerio, afirmó hace unas semanas que se están preparando “para gobernar Santa Fe”, al respecto este medio le solicitó al ex senador provincial que dé su opinión: “No creo que lo que plantea Frigerio pueda tener esa posibilidad en función de la diáspora que tiene Cambiemos en la provincia. Es una situación bastante complicada porque el radicalismo tiene compromisos con el gobierno socialista de la provincia y con el gobierno nacional, lo cual genera una contradicción difícil de explicarle a la gente”.

“Nosotros, creo que más allá de nuestras diferencias, estamos planteando un proyecto de provincia mucho más coherente y más serio”, completó Olivera.

— Hablando de diferencias, hay legisladores santafesinos que votan de manera opuesta los proyectos que propone el gobierno nacional. ¿Cómo ve eso el peronismo?

— Eso es cierto, pero hay dos cuestiones: una es coyuntural porque de pronto la derrota electoral de noviembre nos ha puesto en crisis, no estamos acostumbrados a ser oposición y podemos llegar a tener esas diferencias, pero más allá de ellas, lo que sí podemos expresar es que todos los legisladores nacionales pueden votar con algunas diferencias pero a todos los une una serie de principios y de ejes de trabajo que son comunes y superadores. Esos legisladores, como lo hace el peronismo, defienden al mercado interno, el rol del Estado, la integración latinoamericana, a las pymes… en eso no hay diferencias más allá de que puntualmente en algunos temas sí existan, ya sea porque algunos quieren brindar alguna posibilidad de acompañamiento, o no.

— El peronismo tiene un acervo ideológico importante, no obstante ¿podríamos decir que la defensa de los intereses ha superado a la concreción de sus postulados ideológicos?

— Una cosa es cuando se está en situación de oposición complicada como la que tenemos nosotros a partir de la derrota, no estamos acostumbrados a ser oposición y esto puede generar este tipo de cuestiones, pero me da la sensación que en un proyecto donde el justicialismo se proponga ser gobierno, las coincidencias serán más que las diferencias. De eso no tengo dudas porque eso lo ha demostrado la historia aunque no todos tengamos un pensamiento lineal.

— En la provincia puso el pie el partido Miles, que si bien es una organización nacional, van a captar voluntades que en otra ocasión las hubiera tomado el peronismo. ¿Qué lectura hace de ello?

— A nosotros, en la medida que todo aporte a la construcción del Justicialismo, no nos incomoda. Acá en el partido conviven un montón de espacios que tienen diferencias y sin embargo en las dos reuniones del Ejecutivo provincial, esos espacios pudieron expresarse. A nosotros no nos asustan estas cuestiones porque en definitiva me da la sensación de que tenemos coincidencias importantes. Van a aparecer ése y otros espacios y nosotros en ese escenario tratamos de contener, de dialogar y que todo funcione en el marco de ese intento de unidad con el que hemos arrancado en junio.

— ¿Qué debería hacer el peronismo santafesino, más allá de ocupar el rol de oposición, para recuperar la adhesión que tuvo en otros tiempos?

— Lo primero es lo que estamos haciendo desde el partido, que es la construcción territorial de abajo para arriba. El grupo de conducción del justicialismo está recorriendo las departamentales, las básicas, estamos charlando con los intendentes y presidentes de comuna. Prácticamente recorrimos 16 departamentos después de nuestra asunción, donde discutimos estrategias y vamos escuchando los diagnósticos. Esto está bueno, porque la visita al territorio nos permite tener diagnósticos claros como por ejemplo lo que es la inseguridad en Rosario, el problema de las pymes en Esperanza o la inseguridad en Reconquista. Todo eso nos permitirá definir políticas públicas que empiecen a resolver los problemas. Esa es una forma de la construcción que estamos planteando. Y por otra parte, esos diagnósticos nos van a permitir generar propuestas, más allá de los candidatos que pueda llegar a tener el justicialismo. Como viejo militante, yo siempre defiendo los contenidos de cada proyecto. Los candidatos son importantes pero me parece que no tenemos que estar pensando de arriba para abajo, es decir buscar un candidato donde en este escenario electoral se convierten a veces en candidatos en alquiler, donde por su nivel de conocimiento pueden estar en cualquier partido. En lo personal no me gusta, me parece que tenemos que trabajar de abajo para arriba, generando proyectos y a partir de ahí ir definiendo las candidaturas que el justicialismo tiene que tener, no sólo para el 2017, sino para el 2019.

— ¿Cuál es la mirada que desde el justicialismo se tiene de la disputa entre el Frente Progresista y el PRO en la provincia?

— Creo que si se analiza desde el punto de vista doctrinario, uno está viendo dos proyectos de provincia diferentes: uno del PRO,  con una fuerte concepción neoliberal que tiene que ver con lo que piensa la nación y el otro del socialismo, que tiene una idea diferente de lo que son las políticas públicas… pero no nos olvidemos de un tercer actor que tiene doble vida como lo es el radicalismo que en la nación tiene ideas neoliberales y en la provincia, de corte progresista. Esta contradicción, a la corta o a la larga, va a hacer eclosión y esto va a generar alguna complicación, tanto en la UCR como en los otros dos partidos. Ese es un tema no menor para considerar porque es muy difícil plantear cosas con tantas diferencias sobre lo que se piensa a nivel provincial como nacional. El justicialismo puede tener diferencias, pero ellas tienen límites, pero si los radicales para adherir a la nación tiene que decir que el rol del Estado es pasivo, que no se tiene que meter, donde los ministros dicen “dejemos librada la producción al juego de la oferta y la demanda”, y por el otro lado viene a la provincia y dice que el Estado tiene que meterse, hay que defender o trabajar con la ley de abastecimiento, por dar algunos ejemplos, estas contradicciones en el mediano y largo plazo es difícil que se sigan sosteniendo

— ¿Cómo está viendo las gestiones de gobierno, tanto de la provincia como la nacional?

— Hay un tema que no soy yo quien lo vaya a descubrir, pero más allá de otros, el de la inseguridad es prioritario a resolver y esto demuestra el fracaso no sólo de este gobierno, sino también el de varias gestiones socialistas. Me parece además que es un tema que no se resuelve solamente con más agentes, con más móviles e infraestructura. Acá hay que darse una política de inclusión que permita ir superando esto desde el punto de vista estructural porque cuando al territorio no lo tiene y no lo copa el Estado, ahí se empieza a complicar y por eso tenemos que hablar de políticas que tienen que ver con lo social. Y en cuanto al gobierno nacional, se lo puede describir a partir de preguntarle a la gente si sabe quién es la ministra de Seguridad. La mayoría sabe que es Patricia Bullrich, y por otro lado, con la pregunta sobre si sabe quién está a cargo de las políticas sociales en el gobierno nacional… es difícil que sepan que es Carolina Stanley. Esto demuestra dónde están sus prioridades y eso me preocupa.