El optimismo sobre el futuro de la economía que afloró en el Coloquio de IDEA contrasta con un escenario desafiante en lo social, ya que un tercio de la población tiene problemas serios para llegar a fin de mes mientras las protestas se suceden a diario.

La cuestión social sobrevoló en forma permanente las deliberaciones del tradicional encuentro empresarial de Mar del Plata, enfocada desde el punto de vista de la necesidad de integración de los distintos sectores.

Pero un interrogante cubrió el encuentro y las deliberaciones de los hombres de negocios: qué hacer con el drama de la pobreza frente a las urgencias mientras llegan las supuestas inversiones y mejoras en ventas que dicen esperar para el 2017.

Enterada de que esta cuestión era uno de los temas centrales, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, llevó a IDEA la posición oficial sobre el tema y de paso dejó en claro que si alguien en el sector privado esperaba la liquidación de los planes sociales, se había equivocado al votar a Cambiemos.

«Hay que dejar de bastardear los `planes`», enfatizó Stanley, por si quedaban dudas sobre los pasos que seguirá dando el gobierno en materia de contención de la delicada situación social.

La lógica viene siendo decodificada hace meses por el empresariado, preocupado no solo por la inseguridad, sino también por las tensiones sociales que van creciendo e inundan las calles con protestas.

El temario del Coloquio le dio una fuerte presencia a la cuestión de la «integración social» y los empresarios coincidieron en que debe ser el «puente para el desarrollo sustentable de la Argentina».

La ministra le pidió a los empresarios «comprometerse para luchar juntos contra la pobreza y lograr la integración», y, por las dudas, les aclaró que no había ido al Coloquio a «pedir plata».

El Gobierno aprovechó también la presencia de casi un millar de empresarios en Mar del Plata para tratar de contener los embates que llegan desde el kirchnerismo residual: «No hay nada más estigmatizante que la pobreza», dijo Stanley.

Fue un mensaje dirigido al exministro de Economía y actual diputado Axel Kicillof, quien en su momento buscó justificar el hecho de que no se difundieran los datos de pobreza en que era «estigmatizante».

La sintonía entre el establishment y el gobierno quedó clara a lo largo del encuentro empresarial de Mar del Plata, y eso se reflejó en los elogios a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien cerró el evento.

La mandataria provincial prometió «reglas claras, transparencia y previsibilidad fiscal», y destacó la colocación de deuda en dólares a baja tasa que logró la provincia de Buenos Aires, al

sostener que el mundo ahora «confía» en la Argentina.

«Esa plata irá a obras e inclusión social», prometió, y les pidió a los empresarios «crear trabajo y comprometerse con lo social».

Vidal recordó que en la campaña le decían tener confianza en ella. «Hoy quiero decirles `confío en ustedes´», le dijo a los hombres de negocios, que la aplaudieron media docena de veces.

Habrá que ver si esta comunión entre el poder económico y el político alcanza para transformar la Argentina hacia un país con mayor desarrollo y menor pobreza, o termina en una nueva frustración.