La política exterior y las polémicas afirmaciones hechas por Donald Trump a lo largo de la campaña electoral coparon el primer y único debate vicepresidencial celebrado anoche entre el senador demócrata Tim Kaine y el gobernador de Indiana, el republicano Mike Pence.

Ambos aspirantes a la Vicepresidencia se enfrascaron en un cara a cara tenso, aunque Kaine se mostró más agresivo y Pence utilizó más la calma para compensar los exabruptos a los que Trump, el candidato presidencial republicano, tiene acostumbrados a la audiencia.

El tono menos abrupto de Pence, y su estrategia de no tratar de justificar las afirmaciones de Trump, sino abordar los temas desde otra perspectiva, ha hecho que la mayoría de los analistas y encuestas de los grandes medios estadounidenses le hayan dado como ganador, aunque por un estrecho margen.

El debate llegó en medio de una complicada semana llena de traspiés para Trump luego del primero de tres debates con Clinton antes de las elecciones del 8 de noviembre, del que varios medios dieron a la demócrata como ganadora.

Ambos candidatos se encuentran parejos en los sondeos, aunque Clinton lleva una pequeña ventaja que en los últimos días logró ampliar hasta seis puntos al ritmo de las malas noticias para Trump, incluyendo un artículo de The New York Times que afirmó que podría haber evadido impuestos durante 18 años.

Esta mañana los candidatos aprobaron la labor de sus compañeros de formula en el debate.

Poco antes de subir a un avión para un acto de campaña, la demócrata Clinton mostró sus pulgares en alto antes los fotógrafos cuando la consultaron por Kaine, mientras su vocero, Nick Merrill, dijo que Hillary le envió un correo electrónico a su compañero de fórmula para felicitarlo.

Entretanto, el jefe de la campaña republicana apuntó contra Tim Kaine, a quien acusó de «tener un tic» por mencionar a Donald Trump con tanta frecuencia en el debate.

Anoche, apenas comenzó el encuentro entre sus compañeros de fórmula, el gobernador de Indiana afirmó que «Irak ha sido invadido por el Estado Islámico (EI) porque Hillary Clinton no logró renegociar» la presencia de las fuerzas estadounidenses en ese país cuando era secretaria de Estado (2009-2013).