Una alegría más para el colectivo LGBT. El Concejo Municipal aprobó anoche el Cupo Laboral Trans, ordenanza que establece que la Municipalidad de Rosario deberá incorporar “anualmente a su planta de trabajadores a 5 personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan condiciones de idoneidad para los cargos”.

La ordenanza surge a partir de presentaciones realizadas por el Frente Movimiento Evita y por Putos Peronistas Rosario, motorizado por la edilas Norma López, del Frente para la Victoria (FPV), y María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular (IP), y de una propuesta de Vox Asociación Civil que trabajaron los ediles María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale, de Radicales Progresistas.

El proyecto que fue votado por 20 ediles de los bloques Socialista, Frente para la Victoria, Partido Justicialista, Ciudad Futura, Radical, Unión Cívica Radical (UCR); Radicales Progresistas, UCR 1983, Unidos y Organizados-FPV, Compromiso con Rosario, Rosario Federal, Coalición Cívica-ARI, Partido Demócrata Progresista (PDP), Partido del Progreso Social (PPS); Frente Social y Popular (FS y P) y Peronismo Solidario; mientras que se abstuvo la bancada de Unión PRO Federal.

Esta abstención levantó la temperatura del Palacio Vasallo cuando la concejala Agustina Bouza justificó su postura diciendo que la normativa dejaba afuera a “ex combatientes de Malvinas, enfermos de HIV o pueblos originarios”. En tanto, calificó a la iniciativa como «injusta e irresponsable».

Por su parte, el edil Eduardo Toniolli calificó a la sesión como “histórica”, destacó que “la aprobación de esta ordenanza marca un antes y un después en materia de inclusión en nuestra ciudad”.

“La realidad de este colectivo está atravesada por un contexto de persecución, exclusión y marginación, teniendo grandes dificultades para el acceso a la igualdad de oportunidades y de trato”, manifestó Toniolli, y sentenció: “Es el Estado el que deben fomentar la inclusión, y esta ordenanza va a ese sentido”.

La responsable del Frente diversidad del Movimiento Evita y fuerte impulsora de la aprobación de la ordenanza, Michelle Mendoza, expresó su alegría destacando que “el cupo laboral trans va a ser un antes y un después para la sociedad rosarina en su conjunto”. Y destacó: “Con esta ordenanza se le devuelve un derecho arrebatado, el derecho a soñar, a proyectarnos, en un momento tan difícil para los argentinos, con aumento de impuestos, despidos, precarización laboral, poder avanzar en políticas públicas que protejan a los sectores más vulnerables nos da fuerzas para seguir avanzando”.

En la normativa se establecen la autoridad de aplicación, se determina la elaboración de un Registro Único de Aspirantes y se consigna que el Departamento Ejecutivo deberá reglamentar la ordenanza en un plazo de 90 días.

Sobre el tema expusieron los ediles Eduardo Toniolli, del PJ; Sebastián Chale, de Radicales Progresistas; Horacio Ghirardi, del bloque Socialista; Norma López, del FPV; Martín Rosúa, de UCR 1983; Carlos Comi, de la Coalición Cívica-ARI; Marina Magnani, de Unidos y Organizados-FPV; Celeste Lepratti, del FS y P; Pedro Salinas, de Ciudad Futura; Agustina Bouza, Alejandro Rosselló y Carlos Cardozo, de Unión PRO Federal; Lorena Giménez Belegni, del PPS; Jorge Boasso, de la bancada Radical y Carlos Cossia, del Peronismo Solidario.