El plan del oficialismo, que ya tuvo su caso paradigmático con la paritaria de los estatales bonaerenses, es rechazado por la CGT. Incluso, ya hay sindicatos que presionan con reabrir la negociación del año pasado por haber logrado una suba salarial que consideran que fue más baja que la inflación anual. Entre ellos, hasta hay un aliado del oficialismo: el gastronómico Luis Barrionuevo, que presiona para reabrir su acuerdo salarial.

La pulseada salarial, los avances para reducir los costos laborales y la reforma de los convenios colectivos de trabajo en actividades en crisis serán parte del temario del encuentro reservado que mantendrían hoy el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el triunvirato de mando de la CGT, que integran Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.

En la CGT no denunciarán una flexibilización laboral hasta conocer de manera directa los proyectos del Gobierno. Las dos vertientes de la CTA y la izquierda, en cambio, ya se diferenciaron y se oponen a las iniciativas que la Casa Rosada dio a conocer en dosis homeopáticas. Por eso, el encuentro de hoy de los popes cegetistas con Triaca podría ser determinante para moldear el carácter que adoptarán los gremios peronistas en su vínculo con el Gobierno.