La Cámara Penal de Rosario revocó la sentencia dictada en un juicio oral y público en la que se había absuelto a Emanuel Olivera de 28 años por la salidera ocurrida en la casa de cambio Transatlántica. El fiscal del MPA, Nicolás Foppiani fue quien investigó el caso y luego del juicio apeló la sentencia del juez Carlos Leiva.

En el recurso que presentó, Foppiani argumentó que había prueba suficiente para condenar a Olivera, criterio que finalmente fue convalidado por el tribunal de segunda instancia.

Consideración fragmentaria

En su sentencia revocatoria, la Cámara consideró que el magistrado del juicio oral y público que absolvió por aplicación del principio in dubio pro reo (beneficio de la duda), realizó una «consideración fragmentaria y aislada de la prueba de indicios, impidiendo una visión de conjunto de las probanzas reunidas, para que pueda dar lugar a las leyes del pensamiento (lógica), de la experiencia (leyes de la ciencia natural) con la libertad propia de la sana crítica”.

Además, los camaristas José Luis Mascali, Carlos Carbone y Guillermo Llaudet Maza –este último en minoría– ordenaron que el caso sea reenviado a otro tribunal de primera instancia para el dictado de una nueva sentencia.

Testimonio

El fiscal Foppiani se mostró conforme con la sentencia de segunda instancia y se refirió a lo dicho por los camaristas en relación al testimonio de quien aparecía como víctima. “El fallo es importante porque trata un problema recurrente en los juicios orales, que son las variaciones en los relatos de los testigos. A veces por temor, y otras –como en este caso– por sospecha de connivencia con los acusados”, señaló el fiscal del MPA. En tal sentido recordó que “en el debate del juicio oral y público, el principal testigo de la Fiscalía cambió de manera llamativa su declaración: originariamente había incriminado al acusado, pero luego lo benefició”, agregó.

“Es importante que los tribunales desalienten estas actitudes e indiquen a los jueces que tienen que valorar la prueba en su conjunto, más allá de las inconsistencias de los testigos, más aún cuando sus relatos resultan sospechosos”, sostuvo el fiscal. “De otra manera, el sistema de enjuiciamiento oral fracasaría permanentemente”, añadió Foppiani.

Los camaristas Mascali y Carbone afirmaron que si bien existió una declaración disvaliosa de la víctima en relación a lo que le había contado a la policía y a la Fiscalía y a lo que había declarado en el juicio, «ello no puede desarticular el análisis de la comisión de un hecho grave como el presente».

Por su parte, Llaudet se pronunció por declarar inadmisible el recurso, por entender que resulta un caso de bis in idem –prohibición de juzgar a una persona dos veces por el mismo hecho– contrario a la garantía establecida en la Constitución Nacional y en los pactos internacionales con rango constitucional.

Los hechos

El robo por el que se llevó a juicio oral y público a Olivera ocurrió minutos después de las 15:30 del viernes 17 de abril de 2015. Olivera fue acusado de ser el autor de los delitos de robo calificado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda; privación ilegítima de la libertad agravada; y amenazas calificadas por el uso de arma de fuego.

La víctima fue un hombre que se desempeñaba como portavalores de la empresa Carey que retiraba dinero de Transatlántica –ubicada en la intersección de las calles Mitre y Rioja– a quien le sustrajeron 30 mil reales y 20 mil euros. Luego, fue subido a un vehículo y trasladado a inmediaciones de calle Las Palmeras en su intersección con una calle sin nombre a unos 500 metros al sur de la avenida Uriburu, donde fue dejado maniatado.