La tasa de actividad laboral descendió a 44,6 por ciento en el primer trimestre de este año, en comparación a 45% y 45,8% en 2014 y 2013 respectivamente, «alcanzando un nivel mínimo desde la salida de la crisis en 2004».

Así lo consignó en un informe, el economista del Ieral, Fundación Mediterránea, David Anton, quien destacó que la tasa de empleo (personas ocupadas en relación a la población total), también cae a 41,1% y se acerca a los niveles de 2006-2007.

«La tasa de desocupación en el primer trimestre del año se mantiene en 7,1%. Si se corrige este guarismo tomando como referencia la tasa de actividad del primer trimestre de 2013, entonces el desempleo ascendería a 9.6%», señaló.

Agregó que «con ese procedimiento, la tasa de desocupación del Gran Buenos Aires llegaría a 11,97 por ciento».

En tanto, la última información difundida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre la evolución de los indicadores laborales durante el primer trimestre de 2015 muestra un claro empeoramiento del estado del mercado de trabajo.

Según Antón, el fenómeno que más se destaca es el aumento del llamado «desempleo oculto», es decir, de la cantidad de personas que abandonaron la población económicamente activa y hoy en día no trabajan ni buscan activamente un empleo.

Este desempleo oculto puede observarse en la evolución de la tasa de actividad o participación laboral «frente a la tasa de desempleo».

Por un lado, «se observa un marcado descenso de la tasa de actividad, calculada como el cociente entre la población económicamente activa y la población total».

Este guarismo se ubica en 44,60 por ciento en el primer trimestre de 2015 frente a 45% de igual período del año anterior y 45.8% en 2013.

A su vez, representa el nivel mínimo alcanzado desde 2004, «cuando la economía se encontraba en su primera fase de recuperación luego de la crisis de principios del decenio», explicó.

«Esta caída en las tasas de participación refleja un retiro de las personas del mercado laboral y una contracción de la oferta laboral que no se refleja en las tasas de desempleo», manifestó.

En cambio, «esta caída constante en la participación laboral se observa asimismo en la evolución de la tasa de empleo, la cual representa el porcentaje de la población ocupada sobre la población total».

Este indicador se encuentra en un 41,4%, frente a 41,8% en igual período del año anterior, y viene «descendiendo ininterrumpidamente desde 2011».

Además este porcentaje se encuentra a niveles similares de 2006-2007, lo cual refleja un estancamiento significativo en lo que respecta a la creación de empleo.

«Mientras la Población Económicamente Activa cae proporcionalmente a la población total y la creación de empleo se estanca, la tasa de desempleo (cociente entre la población desocupada y la población económicamente activa) en el primer trimestre de 2015 se ubica en 7,10%, al mismo nivel que en igual período del año pasado.

A su vez, la evolución de este guarismo se encuentra estabilizada desde el primer trimestre de 2012, cuando alcanzó su mínimo desde 2004.

«Esta constancia en la tasa de desocupación, que a simple vista podría indicar una resiliencia del mercado laboral ante condiciones adversas de crecimiento económico, exhibe en verdad un aumento del desempleo oculto cuando observamos el comportamiento de las tasas de empleo y participación laboral», precisó el especialista.