La producción de la industria de las Pequeñas y Medianas empresas (Pymes) en la Argentina cayó 6,9 por ciento en septiembre de 2020 frente a igual mes del año pasado, según un informe difundido hoy por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

En ese sentido, la CAME sostuvo que el lento aumento del consumo interno, sumado a los mayores controles a las importaciones, van recuperando los pedidos de producción.

Las industrias trabajaron en el pasado mes con una capacidad instalada de 62,5%, niveles similares a los de agosto, y levemente por encima de septiembre del 2019 (61,8%).»El exiguo incremento anual en el uso de la capacidad instalada, en un contexto de caída de la producción, se explica por el achicamiento que se fue generando en el sector industrial frente a las necesidades de liquidez y al nuevo contexto sanitario», remarcó la CAME. En los primeros nueve meses del año, la industria pyme acumula una baja anual de 19,3 por ciento.

«Como dato positivo, en septiembre hubo dos sectores con subas anuales en sus niveles de fabricación: productos de caucho y plástico (+4,6%), cumpliendo tres meses consecutivos en alza de esa actividad, y productos electrónicos e informática, donde la elaboración subió 1,8% anual, especialmente impulsada por artículos informáticos. Este rubro fue un refugio frente a la suba del dólar blue, lo que elevó la demanda, sumado a menores importaciones», precisó el organismo.

El rubro con mayor declive anual continuó siendo Calzado y Marroquinería, donde la demanda es completamente escasa y descendió 36,7 por ciento. En ese sentido, la CAME indicó que «incide la cuarentena, donde el desgaste de calzado fue muy bajo, tanto en el de vestir como deportivo, y que en este momento las familias no lo están considerando una prioridad». «El ramo escolar, que siempre fue un demandante constante, también se desactivó este año».

Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial de CAME entre 300 industrias pymes de todo el país. El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) se ubicó en 66,3 puntos en septiembre.

En Alimentos y Bebidas la baja anual fue de 4,7 por ciento. Un sector muy afectado es el de frutas y hortalizas, y con la excepción de vinos, el resto de las bebidas también se mantienen con bajos niveles de elaboración. Las firmas productoras vinculadas al ramo gastronómico son una de las más resentidas. Algunas empresas se vieron afectadas por las dificultades para importar repuestos de maquinarias dañadas, lo que generó demoras en la producción. Esa situación se repitió en los rubros de mayor uso de maquinaria industrial avanzada.

El sector Indumentaria y Textil tuvo una reducción anual de 21,4 por ciento y es otro de los sectores que no consigue encaminarse. Algunos empresarios consultados observan que aumentó la participación nacional en las ventas, pero que aun así la demanda es baja. Incide el factor precios, donde la indumentaria venía con subas demoradas que de a poco fue acomodando y escapan a los bolsillos de las familias. El dilema de los fabricantes es vender sin rentabilidad o resignar ventas pero teniendo beneficios.

La activación del Ahora 12 generó algo más de movimiento, mientras que las firmas que hacen publicidad vía redes (muchas industrias venían reemplazando al distribuidor por entregas directas a los comercios captándolos online), debieron además absorber los costos del mayor dólar (pagan el llamado solidario).

Sustancias y Productos Químicos: la producción cayó 1,9% anual en el mes con bastantes disparidades entre rubros. Por ejemplo, todo lo vinculado a artículos de limpieza y farmacéuticos, se mantuvieron mayormente en alza, lo mismo que pinturas, mientras que otros como tintas o aceites, continuaron en baja.

En septiembre, los niveles de rentabilidad para el 37,8% de las empresas fue positivo y levemente por encima de agosto (35%), en tanto, para el 35,3% fue nulo y para el 20,9% negativo, por lo que lentamente el sector comienza a acomodar su situación financiera.

Sobre las expectativas hacia adelante, subió de 10% a 14,4% la proporción de firmas que espera que la producción continúe bajando en los próximos meses, mientras que se mantuvo en 24% la que espera aumentos. El resto o no sabe o cree que se mantendrá.