Las tarifas de gas son desde este mes más altas que las que estuvieron vigentes antes del fallo de la Corte Suprema que obligó a dar marcha atrás con los aumentos dispuestos por el Gobierno en abril de 2016 para los hogares. Esto significa que un usuario residencial va a pagar este invierno por los consumos más importantes del año, importes que pueden resultar entre 10 y 20% más caros que los que llegaron el año pasado y al final quedaron inválidos, con devolución del dinero para los que habían pagado.