Por Guido Brunet- Fotos y videos: Darío Soldani, desde Acebal

La localidad de Acebal atraviesa una dramática situación económica, laboral y social, producto de la baja del consumo y la apertura de importaciones que afectó a la industria del calzado. A raíz de esto, este jueves se realizó una reunión entre gremialistas, empresarios y funcionarios locales con el objetivo de buscar una salida en común.

En una plaza del pueblo se congregaron unas 200 personas para reclamar un salvataje a las más de 50 fábricas y Pymes que operan en la región, ya que son el motor de la economía local, teniendo en cuenta que aproximadamente el 60% de la población vive de esta industria. Desde el gremio afirman que en Santa Fe se perdieron 300 puestos de trabajo del sector, mientras que a nivel nacional fueron 5600 los despedidos. 

Conclusión estuvo presente en dicha localidad, donde se produjeron despidos y suspensiones en varias Pymes del calzado, producto también de la merma en el consumo. A esta región se le suman fábricas del cordón industrial de Rosario, que también están sintiendo el efecto.

La cumbre fue realizada por el presidente comunal Daniel Siliano, representantes de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra) y empresarios del rubro. Aunque se esperaba la presencia de funcionarios provinciales, que no se hicieron presentes.

En diálogo con Conclusión, el jefe de la comuna reveló que «hay un acercamiento entre Nación y Provincia para intentar resolver la situación y que se puedan sostener las fuentes laborales». El dirigente adelantó que la semana que viene se podría desarrollar una reunión entre todos los actores del sector y funcionarios nacionales.

Alberto Belotti, secretario general de Uticra Santa Fe, manifestó en diálogo con Conclusión que «estamos juntos el capital y el trabajo defendiendo las fuentes laborales». Y expresó que «si no cambia el rumbo, las fábricas van a tener que cerrar, no sé hasta cuando van a aguantar». El gremialista luego comentó: «No vemos salida, cada vez la cosa empeora. Por un lado, la baja del consumo y por otra el aumento de importaciones».

Por su parte, Ariel Albornoz, delegado del sindicato en Acebal, describió a la situación como «caótica». Y contó que hubo “despidos y suspensiones, una combinación marcada por el descenso del consumo, el aumento de las importaciones y el incremento en las tarifas de energía”. «En esto estamos luchando codo a codo, quedó reflejada la unión que hay para que llegue a los funcionarios y que haya una solución», agregó Albornoz.

“Podemos conseguir una ayuda de acá a seis meses, pero ¿qué va a pasar cuando se liberen las importaciones desde China?”, se preguntó Alberto Serra, gerente de la Cámara del Calzado de Rosario. «Esto debe ser un inicio, no hay que quedarse solamente con la queja». Además, mencionó que «esto no se da únicamente en Acebal, se da en todo el país».

El representante de la Cámara del Calzado hizo hincapié en el descenso del consumo, ya que «si bajó el consumo de leche, cómo no va a bajar la venta de calzado o marroquinería».

Mientras que el empresario Hugo Saldari pidió “un cambio de rumbo” ya que «así no podemos seguir». «No queremos despedir gente, es muy triste echar a un empleado, porque también es un amigo». «Se está empezando a ver la ruptura de la cadena de pago, si los comerciantes no venden, no te pueden pagar los pedidos, entonces entramos en una etapa de desesperación».

«Un subsidio es un paliativa, nosotros necesitamos que se revierta la situación económica de la gente para que pueda consumir, si no hay consumo no puede haber fábricas abiertas. Los subsidios para pagar una parte del sueldo vienen bien, pero cómo hacemos para pagar el resto si no tenemos trabajo», completó el fabricante.

Vale recordar que en los últimos dos años, la importación de calzados aumentó en un 80% y las ventas cayeron alrededor del 30 por ciento con respecto al año pasado, ya que se vendieron 45 millones de pares menos. Esto llevó a pedir un auxilio subsidiario a la Nación.

En 2015 la cantidad de pares que llegaban del exterior era de 9.021.621 millones. Al año siguiente se recibieron 12.270.657 y este año la cifra ascendió a 15.865.505. Los datos corresponden al último relevamiento realizado por el Observatorio de Importaciones de la provincia de Santa Fe.

Para afrontar esta situación desde la provincia desarrollaron algunas propuestas, aunque el director de dicha organización, Sergio Buchara, afirmó a Conclusión que “la magnitud de la cantidad de empresas hace que no tengamos los fondos necesarios”.