Por Pablo Bloise 

Salir con el auto es toda una aventura. No hay caminos rápidos, ni atajos, ni nada por el estilo. Sólo queda armarse de paciencia e ir a enfrentarse con a las calles rosarinas, que cada vez demandan más tiempo. ¿Por qué? Por muchas razones. Pero una de las principales, es el estacionamiento en doble fila. Conclusión dialogó con Gustavo Adda, Director General de Tránsito de la Municipalidad, quien explicó que «la solución está en los conductores«.

A pesar de que es una imagen constante, la baliza prendida tiene sus horarios pico. Sin duda, el ingreso al colegio es uno de ellos. Cerca de las 8 de la mañana, la ciudad ya comienza a ser un caos y donde más se nota es en el microcentro.

El mediodía es la otra franja horaria conflictiva, en donde la salida del colegio, los trámites y demás obligaciones desatan la locura y el estacionamiento en doble fila es el principal protagonista.

En busca de la mirada y el trato que le da actualmente la Municipalidad a este tema, Conclusión dialogó con Gustavo Adda, Director General de Tránsito, quien destacó que “la solución está al alcance de todos, y depende de la voluntad de los propios conductores”.

En ese sentido, normalizar la situación es una realidad cada vez más distante y compleja. La conjunción del poco espacio para estacionar en la ciudad y de la ansiedad (y en algunos casos irresponsabilidad) de los conductores, provocan el caos que se vive día a día.

Es la falta que hoy más reclamos genera desde los mismos usuarios del espacio público, pero también la que más se naturaliza. Esto tiene que ver, íntimamente, con la gran cantidad de vehículos que conforman la plaza automotor y el poco acatamiento del respeto por el derecho constitucional de la libre circulación”, explicó Adda.

El eslabón más importante de la cadena termina siendo el conductor, quien es el que, en definitiva, toma la decisión de dejar el auto en doble fila, “total es un minuto”.

El desapego a la norma, la gran cantidad de vehículos y la expansión, crecimiento y posicionamiento de Rosario a nivel nacional como ciudad turística son factores que incrementan la necesidad de espacios para dejar el auto”, continuó el Director General de Tránsito.

La mayor concentración vehicular se produce en el microcentro, pero la falta se repite en prácticamente todas las calles y a toda hora. El control de la misma en toda la ciudad es imposible de llevar a cabo. La solución principal, debe nacer por parte de los conductores.

De todas formas, Adda se mostró optimista ante la situación: “Hay medidas al respecto, que están vigentes desde 2013 y se pueden ver en la web de la Municipalidad. Si bien la falta en la actualidad sigue existiendo, las distintas acciones llevadas a cabo desde todas las órbitas, tanto legislativas, ejecutivas, de educación, concientización y de la acción civil, marca una clara tendencia a la baja de la misma”.