La empresa de zapatillas Dass ratificó este viernes el despido de 300 operarios de su planta en Eldorado, Misiones, donde desempeñan tareas 600 trabajadores. A fines de septiembre la empresa anunció una reestructuración que incluía 400 despidos y amenazó con cerrar la planta. Ante la situación, el Ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria que vence este 28 de octubre.

Al acercarse el vencimiento de la conciliación, directivos de la empresa y de la cartera laboral reafirmaron las 300 cesantías. Por las especulaciones de un posible cierre explicaron que la fábrica mantendrá sus puertas abiertas y continuará operando hasta el 2020, según declaraciones del delegado gremial de Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (Uticra) a Ámbito.

En su mayor momento de trabajo la planta contaba con 1.510 empleados y llegó a producir 22 mil pares diarios, en tres turnos. Sin embargo, el ingreso de importaciones viene socavando al sector, que no puede competir con los precios de la industria asiática. En la actualidad, la planta está un 60% inutilizada, de acuerdo a lo expresado por el gerente de Recursos Humanos Flavio Olea. Acusando la baja en la producción, desde 2016 la empresa despidió a 880 trabajadores y sus familias quedaron en la calle.

En julio de este año, empresarios del calzado publicaron solicitadas en los diarios para hacerle saber al presidente Mauricio Macri el deterioro de esta rama de la industria ante el ingreso de 50 millones de pares de zapatillas provenientes de Brasil, China y Taiwán.

Dass es la principal proveedora de Nike en Argentina. El grupo de capitales brasileños produce y comercializa artículos para sus marcas propias Fila, Umbro, Tryon, entre otras, desde sus fábricas en la ciudad de Eldorado, Provincia de Misiones, y Coronel Suárez, Provincia de Buenos Aires; ésta última es una planta más pequeña y se encuentra en una situación similar a la de Eldorado.

Ante el panorama cada vez más sombrío, Uticra le viene exigiendo al gobierno una serie de medidas para proteger a la industria del calzado, que perdió más de 10 mil puestos de trabajo desde 2016 a la fecha. Además, demandan normas que fomenten la producción nacional y que estimulen el mercado interno, así como también leyes que eviten las importaciones indiscriminadas y políticas que generen empleo y fortalezcan el poder adquisitivo de los trabajadores.