Por José Odisio

En Newell’s no hay plata, eso no es ninguna novedad. La deuda con los jugadores se canceló con cheques a fecha y cuando se dice «estamos al día», en realidad es sólo un formalismo, ya que los valores con fecha, marzo, abril y mayo hay que cubrirlos. Y con el dinero que depositará AFA no alcanza.

La Lepra recibirá cerca de 7 millones de pesos, una cifra que le permitirá sacarse el peso de conseguir el dinero para cubrir los cheques de marzo, pero después llegará abril, y si la televisión no está definida y no entre otra plata fuerte desde calle Viamonte, habrá que buscar por otro lado para no entrar en conflicto con los jugadores en medio del torneo.

Hoy no hay demasiadas alternativas. El reinicio del fútbol permitirá ingresos por cobro de cuotas y venta de entradas que dará cierto oxígeno con los empleados y algo de caja, pero Newell’s necesita más. Y entonces, la venta de juveniles parece la única solución.

Ya se fue Ezequiel Unsain, un arquero con proyección, que hace unos meses tenía un futuro enorme, atajaba en Primera y casi va a los Juegos Olímpicos. Pero la necesidad obligó a venderlo. Y no fue a Europa o a un club grande, apareció una oferta de Defensa y Justicia que no pareció llamativa, pero en el Parque cualquier plata hoy es «llamativa». Y entonces se vendió, en un 50 por ciento. Y el juez aprobó la transferencia porque los argumentos fueron «alterna el banco de primera con reserva». Así, la calidad de un jugador cambia de un mes a otro de acuerdo a la necesidad del bolsillo y los oferentes que aparezcan.

Ahora se habla de una oferta por Valenzuela. Cerca de medio millón de dólares por un alto porcentaje del pase. Y Newell’s no puede resistirse. La necesidad es tan grande, que tal vez el hincha se pierda la chance de ver debutar en Primera a un lateral que pinta para cosas interesantes. Pero hoy «apenas juega en reserva», se justificará si hay que venderlo, más allá de que en mayo se irá al Mundial Sub 20. Es que en el Parque la plata no alcanza. Y hay que conseguirla como sea, aunque eso implique vender las pocas joyitas que aparecen en el alhajero.