Según pudo conocerse en las últimas horas a partir de una investigación llevada adelante por la Aduana, estas grandes firmas agroindustriales traían poroto de soja desde Paraguay para procesar y reexportar, pero declaraban importaciones con 30% de sobreprecio con el objetivo de obtener los dólares del Banco Central y colocar la diferencia en el exterior. Las investigadas son las empresas Aceitera General Deheza, Bunge Argentina, Cargill, Cofco International, LDC Argentina SA (Louis Dreyfus Company), Molinos Agro SA (Molinos Río de la Plata) y Viterra Argentina SA (vinculada a Vicentin).
La operación ilegal se habría materializado en la ciudad de Clorinda, provincia de Formosa, a través de pasos fronterizos no habilitados. El personal aduanero detectó destinatarios de camiones cargados con gasoil y nafta que estaban domiciliados en localidades cercanas a Formosa y, además, comprobó que ninguno tenía capacidad económica ni financiera que permita justificar la compra de las grandes cantidades de combustible que realizaban.
Las maniobras se realizaron de forma simultánea en 18 bancos, ocho estudios contables y 25 sociedades ubicadas en Capital y en las ciudades de Rosario, Córdoba y Bahía Blanca.
Fueron 30 ampollas de una sustancia utilizada en tratamientos estéticos y una jeringa con ácido hialurónico que se intentaron ingresar de contrabando al país.
Los operativos los realizó la Dirección General de Aduanas en conunto con la Policía Federal en el microcentro porteño, y las ciudades de Rosario, Córdoba y Bahía Blanca Se sospecha que se fugaron más de 400 millones de dólares simulando importaciones con SIMIs falsas.
Se trata de una denuncia realizada por la DGA sobre 20 exportaciones que Malefu S.A. declaró en la Argentina desde enero de 2022 hasta diciembre del mismo año, a un valor 38% más bajo del registrado en el país de destino.
La iniciativa tiene como fin evitar que esa sustancia pueda emplearse en actividades ilícitas de organizaciones ligadas al narcotráfico y/o sus delitos conexos.
El hallazgo tuvo lugar en el marco de controles de rutina en el Puerto Fluvial de Iguazú. los agentes detectaron dos automóviles Toyota nuevos, con matrículas del país vecino con irregularidades. Debajo de la alfombra de los baúles hallaron una estructura donde tenían un total de 175 teléfonos celulares nuevos escondidos.
Las inspecciones de la Aduana se dieron tras un alerta por narcotráfico y en medio de tensiones entre Paraguay y Argentina por el peaje que este último país aplica a los barcos que navegan por el río Paraná.
La mercadería estaría valuada en 4,6 millones de pesos provenía de Encarnación y se dirigía a Posadas por el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, se indicó en un comunicado.
Los perros mostraron un comportamiento compatible con la presencia de estupefacientes y/o divisas y así se llegó hasta las sagradas escrituras con el dinero adentro.
La carga en cuestión fue secuestrada por intentar cruzar al país vecino con mercadería prohibida, y por tratarse de una transgresión al Régimen de Equipaje del Código Aduanero.