El aplastante avance talibán, que encadenó numerosas conquistas en Afganistán en los días previos, sumó en las últimas horas las importantes localidades de Kandahar y Lashkar Gah, y continúan su ofensiva hacia la capital Kabul.
Es la décima capital provincial que cae en manos insurgentes en una semana, mientras continúan su arrollador avance pocas semanas antes del final de la misión militar estadounidense en ese país.
Se trata de las capitales Kunduz y Sar-e-Pul, las cuales fueron escenarios de “feroces combates” y se convirtieron en la tercera y cuarta localidad de Afganistán en caer bajo dominio talibán.
Las inundaciones fueron provocadas por fuertes lluvias y afectaron a la aldea de Mirdesh, ubicada en la provincia afgana de Nuristán. Hasta el momento no se pudo avanzar con la operación de búsqueda y rescate de heridos ya que el distrito afectado está bajo control talibán.
Se estima que más de 160.000 personas murieron por el conflicto armado, más de 100.000 civiles, desde 2001, cuando Estados Unidos con el apoyo de sus socios internacionales invadieron el país, derrocaron al Gobierno talibán y ocuparon militarmente el territorio.
El ataque no fue reivindicado por ningún grupo y ocurrió en medio de una tregua de tres días entre el movimiento islamista y rebelde talibán y las fuerzas del Gobierno.
El ataque se produjo durante la tarde del sábado en la ciudad de Kabul, cuando un coche bomba estalló en la puerta del colegio Sayed Al Shuhada y otras dos bombas explotaron cuando las alumnas salieron corriendo al exterior. La mayoría de las víctimas son niñas de entre 11 y 15 años.
El ataque comenzó con la explosión de un coche bomba cuando las jóvenes salían de la escuela. Además, 50 personas resultaron heridas.
Dos hombres armados atacaron el vehículo donde se trasladaban las funcionarias, en pleno centro de Kabul. El conductor también resultó herido. El ataque se dio en medio de una nueva escalada de violencia que azota al país nororiental desde los últimos meses.
La detonación en la provincia de Ghazni, donde operan los talibanes, ocurrió cerca del lugar donde se realizaba una ceremonia religiosa, dijo el Ministerio del Interior.
Su abogado, Anatoli Kucherena, afirmó que la legislación rusa le permite a su cliente obtener un permiso de residencia indefinido y que los trámites para obtenerlo se retrasaron por el coronavirus. Este anuncio llegó en momentos en que los tribunales británicos decidirán si extraditan o no a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, a Estados Unidos.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad, pero los enfrentamientos entre los talibanes y el gobierno aumentaron en las últimas semanas.