Rusia, China, la Unión Europea, Francia y Alemania, entre otros, se sumaron este viernes a las voces que aplaudieron el acontecimiento. Los israelíes adoptaron por unanimidad la iniciativa de Egipto de un alto el fuego bilateral sin condiciones y Hamas también se comprometió a respetar la tregua.
El sábado pasado ambas partes habían acordado una tregua humanitaria en la zona del conflicto en Nagorno Karabaj que debía regir desde la hora cero del domingo. Los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas habían llamado a los países en litigio a que respeten el nuevo alto al fuego.
Rusia y Turquía decidieron parar la escalada, desde la medianoche local, que provocó una crisis humanitaria. Desde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguraron que “hay ausencia total de aviones de guerra ruso en el espacio aéreo de la zona.
La ofensiva recrudece después de que el 5 de agosto se suspendiera un cese de hostilidades que el gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad había proclamado cuatro días antes.
Confían en la aplicación "efectiva" de dicho acuerdo y se ofrecen a ayudar a la misión de la ONU a observar su cumplimiento.
Tras la dimisión de su ministro de Defensa, contrario a un alto el fuego en la Franja de Gaza, el jefe de gobierno israelí Benjamin Netanyahu debe decidir si convoca elecciones anticipadas o mantiene su frágil coalición. El futuro de su gobierno –considerado como el más derechista de la historia de Israel– parece depender de […]
El comunicado a través del cual lo informaron expone que “los esfuerzos de Egipto permitieron llegar a un cese el fuego entre la resistencia y el enemigo sionista”. Además, remarca que “lo respetará mientras el enemigo sionista lo haga”.
Se trata del primer alto el fuego formal a escala nacional desde la invasión estadounidense en 2001 y la alegría que suscitó despertó la esperanza de que la paz se instale en el país.
El acuerdo para detener los combates fue realizado por ambos mandatarios, Donald Trump y Vladímir Putin, durante la primera reunión bilateral en el marco de la cumbre del G20.
El acuerdo tiene como objetivo "preparar una situación adecuada para apoyar una solución política a la crisis en Siria", según la Comandancia, que destacó las "victorias" logradas recientemente por las fuerzas que dirige el presidente Bashar al Assad.
Es un "gesto de buena voluntad de los militares rusos", explicó un portavoz del Kremlin. "Es necesario para la puesta en marcha de la tregua humanitaria", dijo el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.
Además de los cancilleres ruso y estadounidense, también participan de las negociaciones los ministros de Relaciones Exteriores de Turquía, Arabia Saudita y Qatar.