Las calma reinaba en el suroeste de Siria en coincidencia con la entrada en vigor del alto el fuego anunciado el viernes por Rusia y Estados Unidos y que afecta a las provincias de Al Quneitra, Deraa y Al Sueida.

Antes del comienzo de la tregua prevista para el mediodía de hoy hora local, se registró el lanzamiento de varios obuses por parte de las fuerzas del gobierno sirio en zonas controladas por los rebeldes, sin que se registraran víctimas, según la consignó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG afín a la oposición siria.

De madrugada, helicópteros del Ejército sirio también bombardearon varias zonas de la ciudad meridional de Deraa, indicó el Observatorio.

Los ataques, que incluyeron el lanzamiento de dos misiles, se produjeron poco después de la medianoche, explicó.

En estas tres regiones del suroeste sirio ya rige una tregua declarada unilateralmente por el gobierno de Bashar Al Assad sirio el domingo pasado, que fue rubricado por las principales potencias extranjeras involucradas en el conflicto.

El acuerdo para detener los combates fue alcanzado anteayer en Hamburgo (Alemania) por los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladímir Putin, respectivamente, durante la primera reunión bilateral entre ambos mandatarios que se concretó en el marco de la cumbre del G20, informó la agencia de noticias EFE.

En paralelo al inicio del armisticio, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió que el acuerdo «no debe permitir la consolidación de una presencia militar de Irán y sus aliados en Siria, en general, y en el sur, en particular».

«La semana pasada tuve profundas conversaciones con el secretario de Estado estadounidense (Rex) Tillerson y el presidente ruso, Vladimir Putin, y me dijeron que entienden la posición de Israel y tomarán en consideración nuestras demandas», declaró Netanyahu en declaraciones a la prensa posteriores a la reunión semanal de su Gabinete de gobierno.

El mandatario advirtió que Israel mantiene «firmemente las líneas rojas» que pasan por «prevenir el fortalecimiento de (la milicia chiita) Hezbollah en Siria con énfasis en la adquisición de armas de precisión».

«Evitar que Hezbollah -o fuerzas iraníes- asienten una presencia terrestre a lo largo de nuestras fronteras y prevenir el establecimiento de una presencia militar iraní en Siria» constituyen esas líneas rojas, explicó.

En el último mes, esas provincias sirias han sido escenario de un repunte de la violencia, especialmente Deraa, cuya capital homónima está considerada como la «cuna de la revolución», ya que en ella comenzaron en marzo de 2011 las protestas antigubernamentales que degeneraron en el conflicto actual.