El joven de 19 años, identificado como R. A. M., y su madre, A.M.M., son sospechosos de haber llamado al 911 para advertir que si no se liberaba a los integrantes de la banda “Los Monos” que están siendo juzgados, asesinarían a los fiscales que llevan adelante el caso.
Un llamado anónimo exigió la pronta liberación de los detenidos y dejaron la advertencia que de no ser así asesinarían a funcionarios del poder judicial.
Este miércoles culminó la audiencia imputativa contra ocho personas acusadas de integrar una asociación ilícita, cuya oficina se ubicaba en San Lorenzo al 1.000, que se dedicaba a la usura, a la compra/venta de inmuebles, al comercio de estupefacientes y a gestionar una flota de taxis mediante la cual, se cree, se lavaba dinero proveniente del delito.
Ocurrió este sábado a la noche. Los vecinos dieron aviso a la policía que encontró en el lugar una vaina servida y vidrios rotos. El dueño del comercio entregó una nota dejada en la que se exige el pago de una supuesta deuda.
Natalí vive junto a su madre en Barrio la Florida. En una profunda charla con Conclusión, tuvo la valentía de hacer pública su historia para visibilizar cómo diariamente debe convivir con la lesbofobia y amenazas de sus vecinos. “Aluden que tienen armas de fuego y que nos van apegar un tiro en la frente”, contó.
La víctima denunció que tras pedir el crédito, comenzó a recibir amenazas por WhatsApp, al no poder cancelar la deuda contraída a través de un préstamo.
Los comerciantes del lugar detallaron que la dueña de los locales recibió amenazas donde los agresores pedían dinero a cambio de no violentar los establecimientos. Además, denuncian que hay poca presencia policial en la zona.
Luego de que la legisladora rosarina denunciara a esta organización por instigación a cometer delitos, comenzó a recibir en redes sociales diferentes insultos y amenazas hacia su persona y su familia.
Titulares de distintos comercios denunciaron ante el Ministerio Público de la Acusación que recibieron mensajes extorsivos exigiendoles dinero a cambio de no balearles los locales.
"Cuando matemos a uno van a dejar de caminar", fue la repudiable frase pintada en una pared en las inmediaciones al Centro de Entrenamiento Jorge Griffa tras la derrota en el clásico rosarino.
El joven de 21 años amenazó de muerte con un arma blanca a la madre mientras sostenía a la criatura en brazos y se negaba a entregársela. Fue imputado este martes y le dictaron prisión preventiva por 60 días.
El funcionario Jorge Solmi, su familia y su secretario fueron amenazados violentamente para que abandonen Pergamino por un grupo de productores autoconvocados, a través de audios de Whatsapp y notas escritas.