Ocurrió en un bombardeo aéreo y los civiles murieron por asfixia. Entre las víctimas hay 11 niños y decenas más sufrían problemas respiratorios y otros síntomas. Aún se desconoce si los aviones eran del ejército sirio o ruso.
Si bien el Canciller ruso había anunciado una “pausa humanitaria” para la evacuación de las víctimas. Nuevamente la región de Alepo volvió a ser atacada brutalmente.
En el cuarto día consecutivo de bombardeos contra la parte de la ciudad controlada por los insurgentes, el régimen de Bashar al Asad atacó varios barrios en manos de los rebeldes.
El ataque se produjo en las primeras horas del jueves, poco después de que dos soldados estadounidenses y tres miembros de las fuerzas especiales afganas murieran en una operación contra los talibanes en la misma provincia.
"La situación en el presidio es trágica, muchos de los cuerpos están mutilados", contó por teléfono el gobernador de Al Zaidia, Abderrahman al Mansab. El ataque fue perpetrado mientras la ONU intenta reanudar un diálogo de paz e imponer una nueva tregua.
El este de la ciudad, continúa siendo escenario de cruentos enfrentamientos entre el Ejército gubernamental y los grupos rebeldes islámicos.
La ONU suspendió sus convoyes humanitarios tras el bombardeo la víspera de uno de ellos y "a la espera de una nueva evaluación de la situación en materia de seguridad".
El objetivo del ataque era un cuartel de la Brigada Blindada 310, controlado por los hutíes, que solo está separado por una calle de la vivienda bombardeada, aseguraron testigos.
El primer ministro turco señaló que atacarán a los aviones que "despeguen sin permiso y cumplan órdenes criminales de los golpistas", en declaraciones a la televisión NTV.
Murieron al menos doce personas y también hubo decenas de heridos tras la ráfaga de unos 300 proyectiles, a pesar de la tregua decretada por Bashar Al Asad.
El blanco de los ataques fue un sector residencial cerca de la mezquita de la ciudad.
El ataque fue contra la ciudad de Raqa y entre las personas fallecidas había seis niños. Las fuerzas antiyihadistas acusan al EI de utilizar a los civiles como "escudos humanos".