El desastre climático que afectó a Rio Grande do Sul frenó el abastecimiento de carne porcina brasileña con destino al territorio uruguayo y dicho país salió a reconfigurar vínculos comerciales para no quedarse sin stock de esa proteína.
La cúpula de los dirigentes agrícolas en Rosario criticaron la decisión del gobierno nacional de abrir la importación de alimentos y materias primas de manera indiscriminada, en detrimento del sector rural.
La falta de lluvias en el país acabó con los pastizales naturales y disparó el precio de la soja, aumentando así los costos de alimentación de los cerdos. Para que esta suba no se traslade al precio final de la carne porcina, el Gobierno destinó una importante suma de dinero -proveniente del programa “dólar soja”- para asistir a los productores.
En noviembre, los cortes vacunos registraron un aumento de 1,3%, los aviares 1,6% y los porcinos 4,5%.
En agosto, los cortes vacunos aumentaron un 1%, mientras que el pollo subió un 5,3% y el pechito de cerdo un 11,7%.
