Esta nueva ola de violencia en un conflicto que tiene más de un siglo comenzó justamente con protestas y represión en Jerusalén este, uno de los tres territorios que la ONU.
Si bien algunas organizaciones israelíes ya calificaron de "apartheid" a las políticas de Israel hacia los palestinos, es la primera vez que una ONG de renombre internacional emplea dicho término.
El primer ministro Benjamin Netanyahu acordó con el gigante farmacéutico Pfizer que le suministre millones de dosis a cambio de datos biomédicos sobre sus efectos.
Los sondeos predicen una ajustada puja entre dos bloques claramente definidos: los que apoyan un nuevo Gobierno encabezado por Netanyahu y los que quieren a "cualquiera menos Bibi", como se conoce al primer ministro israelí con más tiempo en el poder.
Serán inoculados aquellos que trabajen en zonas ocupadas o en territorio israelí, y según había anunciado el Gobierno autónomo palestino, serán unos 100.000. Mientras los israelíes reciben la de Pfizer, para los palestinos está ordenada la Moderna.
El movimiento palestino consideró que la medida es un “crimen” en “violación” del derecho internacional. La respuesta israelí estimó que ello está “en estudio y a la espera de una decisión política”.
El secretario de Estado del país norteamericano, Antony Blinken, estimó que la región “es de gran importancia de Israel” mientras el presidente de Siria, Bashar Al Assad, “siga en el poder”. Aseguró que aún no están “cerca” de analizar la situación.
Sin embargo, el primer ministro israelí declaró que pese al acuerdo de paz, los planes para anexar los enclaves de poblados judíos de Cisjordania siguen en proceso, y que se trata meramente de aplazar el asunto.
El primer ministro israelí dijo que su par norteamericano Donald Trump "ahora está ocupado con otras cosas y esto no está entre sus prioridades". Dijo estar confiado en que en un futuro cercano pueden avanzar en asuntos diplomáticos “de importancia para Israel”.
La normativa permitía al gobierno de Netanyahu apropiarse de tierras privadas de palestinos para dar legalidad a la situación de colonos israelíes que hoy las habitan.
Israel ocupó Jerusalén este, la vecina Cisjordania y la Franja de Gaza luego de la Guerra de los Seis Días, en 1967.
La ex presidenta chilena destacó los "altos niveles" de violencia por parte de los colonos israelíes y el "fracaso" de las autoridades de ese país a la hora de garantizar una "protección adecuada".