El nuevo gabinete palestino, encabezado por el primer ministro, presentó juramento en Cisjordania y tomó oficialmente posición frente al presidente, Mahmoud Abbas, enfatizando que los referentes políticos del Gobierno pertenecen a la Organización para la Liberación Palestina.
Mientras las fuerzas de ocupación continúan con intensos bombardeos en diferentes áreas de Khan Yunis, siguen los ataques de artillería en cercanías de una escuela de Rafah.
Yaser Hanun murió luego de que Israel bombarderara su auto en la ciudad de Jenín, en Cisjordania.
El bombardeo en Damasco dejó residencias con frentes calcinados y ventanas reventadas, mientras que el ataque al campo de refugiados de Jenín dejó también como saldo a varios palestinos heridos y 14 sospechosos detenidos.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, aseguró que la medida se da a raíz de "niveles sin precedentes de violencia" por parte de residentes asentamientos israelíes ilegales, con el objetivo de que las comunidades palestinas abandonen sus tierras.
Varios países donantes anunciaron la suspensión de sus ayudas después de que Israel afirmara que 12 empleados participaron en los ataques de Hamas del 7 de octubre en el sur de la nación israelita.
El secretario de Estado norteamericano que estuvo en Israel, se reunió en El Cairo con el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi antes de volar de regreso a Estados Unidos, al término de una gira por nueve países, entre ellos Turquía y Arabia Saudita, así como por Cisjordania ocupada.
El secretario de Estado estadounidense había visitado el día anterior a Israel, tras visitar a los aliados árabes de Washington, de quienes dijo que desean estrechar las relaciones con Israel, pero solo si ello incluye una "vía práctica" hacia un Estado palestino.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que por lo menos 207 palestinos murieron en las últimas 24 horas en ataques israelíes en todo el territorio y elevó a más de 22.000 la cifra de muertos y a más de 57.000 la de heridos en el enclave desde el comienzo de la ofensiva de Israel.
Los soldados del Ejército israelí dispararon munición real, granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos hacia los residentes locales durante la redada en la que realizaron búsquedas en hogares y negocios. La comunidad respondió con la realización de una huelga.
Pese al elevado número de víctimas y al empeoramiento de la situación humanitaria, el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha advertido que no se plantea cesar las operaciones por ahora.
A pesar de presión internacional para que se declare un alto el fuego y de llamados de Estados Unidos a reducir las víctimas civiles palestinas, Netanyahu advirtió el lunes que la lucha “no está ni cerca de terminar”.