"Salud, trabajo y pan: que nunca nos falte el pan de cada día", expresó en el cierre de la esperada ceremonia religiosa.
La gira de Leda recién comienza y ya generó controversias. Pese a que sus declaraciones sobre el cáncer generaron algunos enojos y controversias, este lunes multitud se congregó para recibir la dendición de la líder espiritual.
Las periodistas Sabrina Ferrarese y Araceli Colombo hablaron con Conclusión y destacaron que es la cercanía de Leda Bergonzi con sus fieles la que provoca que tanta gente se acerque a las misas de los martes; al tiempo que indicaron que la mujer rompe con los tradicionales lugares de poder de la Iglesia Católica.
Se estima que unos 200.000 fieles llegaron hasta la Iglesia de San Nicolás, en una nueva peregrinación en la los fieles caminaron unos 60 kilómetros para rendir homenaje a la Virgen.
Ningún grupo se atribuyó el atentado del miércoles por la noche, el más reciente de una serie de ataques que han sacudido Afganistán desde que el movimiento islamista talibán retomó el Gobierno del país, hace un año.
En la homilía por San Cayetano, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, manifestó: “Tenemos que dar gracias al cielo porque hay muchos 'Cayetanos' anónimos, hombres y mujeres que no pasan de largo ante el dolor de los que están en la banquina del camino de la vida”.
El vocero papal, Matteo Bruni, informó que estarán afectadas las formas y los horarios “para evitar aglomeraciones”. Entre otras, la misa del 24 de diciembre se realizará a las 19.30 y no a las 21.30 como se hace habitualmente.
Las restricciones anti Covid-19 adoptadas en Italia no permitían la celebración de reuniones, por lo que las plegarias del Papa se transmitían virtualmente. Sin embargo, se flexibilizaron algunas medidas y este domingo algunos fieles se congregaron en la Plaza San Pedro para escuchar al pontífice.
La ceremonia ya hace varios años que no se celebra a medianoche, pero en esta ocasión ha tenido que ser adelantada aún más para respetar el toque de queda nocturno impuesto en toda Italia como medida preventiva para evitar el nuevo avance del coronavirus.
Será a partir del martes próximo. No celebrarán misa pero se convertirán en espacios de oración personal y atención espiritual previamente acordada con los sacerdotes.
"Cuidarnos a nosotros mismos de un modo responsable es la mejor manera de cuidar a los demás. Creemos que la responsabilidad y el cuidado se oponen al miedo y al pánico”, dijeron los obispos en un comunicado.
La Prefectura de la Casa Pontificia anunció que, "con motivo de la actual emergencia sanitaria internacional", todas las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa "se desarrollarán sin la presencia física de fieles".