La marcha de los fieles se inició en horas de la tarde, en la zona sur de Rosario, más precisamente en avenida Arijón y Ayacucho. El lema que predican, y los envuelve, elegido para este año, es: "Con María, misionera de la caridad, llevemos a Cristo a los demás”.
Las imágenes son replicas auténticas traídas por primera vez desde la basílica del Santuario del Señor y la Virgen del Milagro.
El párroco de la iglesia de Buenos Aires al 2100, Marcelo Franchinni, dialogó con Conclusión y envió un mensaje de paz y pidió "más presencia del Estado".
Varios hombres armados entraron en la iglesia católica de Nuestra Señora de Fátima y dispararon a los 200 asistentes.
Frente a 40.000 fieles, el Sumo Pontífice también reclamó paz para la Franja de Gaza, Yemen, Sudán y el Congo e invocó frutos de consolación para el pueblo venezolano
En la parroquia ubicada en Buenos Aires al 2100, desde las 5, hay misa cada hora y a las 15 habrá una procesión con la imagen del santo a la plaza Libertad, donde el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, dará una misa.
Entre 800 mil y un millón de fieles pasarán hoy por el santuario ubicado en el barrio porteño de Liniers. Mientras que en la ciudad, desde las 5 hay misas cada hora en la iglesia de Buenos Aires al 2100. La procesión es a las 15.
Un descenso sostenido de la cantidad de adeptos, aumento de las parroquias que se quedan sin curas, y un creciente abandono de las prácticas litúrgicas componen el panorama de la crisis.
Una multitud de personas provenientes de distintos puntos del país se convocaron en la parroquia Natividad del Señor para formar parte de una de las celebraciones religiosas más masivas del país.
La cifra de islámicos se incrementaría en un 73% alcanzando los 2.800 millones en unos cincuenta años. Aunque esta tendencia no se dará en los países de Latinoamérica.
En su audiencia del miércoles, el Sumo Pontífice condenó a aquellos "valores como la belleza y la salud, cuando se convierten en ídolos por lo que se debe sacrificar todo, la ideología con pretexto de absoluto, la riqueza, el poder, la vanidad".
Lo hizo en el marco del nombramiento de 17 nuevos purpurados. Defendió que los divorciados formen parte de la Iglesia, e invitó a los fieles a “abrir los ojos para mirar las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad”.