El aumento sugiere un posible patrón estacional en las estrategias de remarcación de precios en el sector (o una aceleración en el ritmo o magnitud de las remarcaciones): en ese mes, más del 80% de las botellas relevadas registró aumentos, contra 51% en febrero y 28% en marzo.
En tanto, la tasa de inflación armonizada, empleada por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) en sus mediciones, registró en ese mes una suba de 6,7%, cuatro décimas menos que en noviembre.
La variación interanual fue del 88,3%, mientras que el acumulado de los primeros once meses del año fue de 82,7%.
La división de mayor incremento en el mes fue la de Transporte (6,0%), impulsada principalmente por subas en adquisición de vehículos, combustibles, GNC y taxis. Salud (4,8%) fue la segunda división de mayor aumento. La suba de alimentos esta vez fue similar al promedio, pero no cede y complica a los sectores más vulnerables.
Por rubros, el mayor aumento se registró en "Transporte y comunicaciones", con 5,8%, seguido por "Alimentos y bebidas", 3,9%.
Al disertar en la Universidad Nacional de Entre Ríos, el titular del Ministerio de Economía aclaró que el Gobierno no quiere confrontar con el campo y aseguró que se busca "un entendimiento en el que todos se puedan beneficiar".
Los valores de los insumos para obras se incrementaron más que el doble del aumento medio de precios. En tanto, los mayoristas, que suelen prevenir sobre comportamiento futuro de los valores, se mantuvieron en torno al 1%.
Si bien representa una leve reducción respecto de las mediciones del mes de agosto, las peores expectativas se encuentran en los sectores más humildes.
En la abundancia de malas noticias para el oficialismo (y para toda la población), hay quienes festejan el último resultado del índice de precios porque bajó respecto a marzo. Sin embargo, una actitud del tipo se aparta peligrosamente de la prudencia y la sensatez.
De esta manera, el costo de vida aumentó un 15,6 % durante los primeros cuatro meses del año y llegó al 55,8 % enlos últimos 12 meses.
La suba del dólar y el desanclaje de expectativas golpearon fuerte al Índice de Precios al Consumidor, que en el mes de junio verá un alza superior al 3% con incrementos aún mayores en capítulos especialmente sensibles como alimentos.
Según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística hubo un aumento en los precios del consumo con respecto al 2015 que fue de 9,44% . La caída del precio del dólar a moderado las presiones inflacionarias.