El 11 de septiembre de 1973, un sangriento golpe de Estado fue encabezado el Chile por el general Augusto Pinochet y las Fuerzas armadas chilenas, con el explícito apoyo de empresarios y medios y el impuslo y respaldo de los Estados Unidos, contra el presidente socialista Salvador Allende, elegido democráticamente tres años antes.
“No es merecedor de la gratitud de la Nación Argentina, pues es alguien que ejecutó políticas que avasallaron la vida y degradaron la condición humana”, dijo la portavoz presidencial Gabriela Cerruti.
El abogado y ex secretario de la Unión Industrial Argentina, señaló que el ministro de la Corte fue a Chile a cosechar aplausos de los que piensan como él". "Este tipo de hombres son la mano de obra del maligno", afirmó.
A partir de ahora se iniciará un proceso de dos años para elaborar la nueva Carta Magna, que reemplazará a la llamada Constitución de la injusticia social.
Mientras el presidente Sebastián Piñera asegura que lograron avances institucionales y económicos, a pesar de reconocer las dificultades que produjeron las demandas sociales, el historiador Luis Thielemann considera que tras el paso de los distintos gobiernos, las Fuerzas Armadas conservan su poder, dentro de las cuales no hubo cambios profundos.
Como en otros países del mundo, el modelo muestra su agotamiento bajo el gobierno del empresario Sebastián Piñera. Supo ser la referencia casi obligada de quienes desde el altar de los iluminados pontificaban sus bondades y resultó tener como destino la muerte de hombres y mujeres de su pueblo. Sus posibles y tramposas salidas.
El músico y compositor, director y co-fundador del emblemático conjunto folclórico, aseguró que “Chile es el país mas incoherente debido a que la herencia de la dictadura no se ha modificado”
Una corte federal estadounidense declaró 2016, al exoficial chileno como responsable del crimen de músico.
Un testigo aseguró que Miguel Krassnoff empujó a tres prisioneros al vacío desde un helicóptero del Ejército, en 1973. El hecho ocurrió frente a las costas de las Rocas de Santo Domingo.
En su última presentación en el país trasandino, el Sumo Pontífice defendió a los inmigrantes, se reunió con un representante de las víctimas de la dictadura de Pinochet y le envió un mensaje a sus compatriotas.
"Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias", dijo el pontífice en su homilía, celebrada en el Aeródromo de Maquehue, centro de detención y tortura durante la dictadura militar.
Miles de personas marchaban este domingo por el centro de la capital del país trasandino en rechazo al sistema privado de jubilaciones que se mantiene como herencia de la dictadura.