En sus alegatos de cierre el fiscal Miguel Moreno y la querella pidieron, para los 15 efectivos policiales imputados, penas que van desde los 8 años hasta la prisión perpetua por los delitos de homicidio calificado, falsificación de instrumento público, incumplimiento de los deberes de funcionario y encubrimiento agravado.
Fueron imputados por apremios ilegales por ejercicio de la violencia, en calidad de coautores.
Además, a doce se les dictó falta de mérito y diez agentes seguirán detenidos, ordenándose la detención de un oficial por desaparición forzada y tormentos.
La víctima recibió varios disparos en el barrio Villa Flores y los vecinos, enardecidos, prendieron fuego a un auto, arrojaron piedras a la policía. Debieron intervenir varios móviles de comisarías aledañas y el grupo de apoyo especial de San Lorenzo.
El ataque tuvo lugar en El Tomate, municipio de San Pedro de Urabá en Antioquia, en el noroeste de Colombia.
Así lo dictaminó el Tribunal presidido por Ismael Manfrín, que repartió duras condenas a 19 de los 25 acusados y absolvió a seis imputados, entre ellos Lorena Verdún y Cristian Floiger.
La masacre fue en una prisión de Veracruz. Los efectivos entraron al penal para restablecer el orden y reubicar reos de alta peligrosidad pero fueron repelidos por presos que se habían apoderado de herramientas de carpintería.
Fueron imputado por los delitos de apremios, falsificación de acta, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad. Los cinco uniformados restantes tienen prohibido todo contacto con las víctimas.
Este jueves en la audiencia imputativa los uniformados serán imputados por “apremios, falsificación de acta, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad”.
Funcionarios del gobierno provincial se reunieron con autoridades del club rosarino para ultimar los detalles de la asamblea ordinaria que se realizará este miércoles.
Se trata de los efectivos de San Lorenzo, Gabriel Godoy, Jorge Krenz, María José Galtelli y Aldo Gómez, que habrían hecho desaparecer material probatorio para entorpecer la investigación y encubrir el crimen.
Un hombre interrumpió el patrullaje al grito de "Ayúdenme, por favor que se me muere el nene". Los efectivos le aplicaron maniobras de primeros auxilios a la criatura que se había ahogado mientras comía.