La planta metalúrgica de Villa Constitución, Paraná Metal, cerró sus puertas tras una extensa instancia de negociación y dejó sin trabajo a 100 trabajadores. Los delegados de la comisión interna convocaron a los empleados a «resistir» el cierre de la empresa.

Ante la clausura de la planta, los trabajadores no ingresarán al edificio y recibirán una indemnización en tres cuotas, en un plazo de 45 días.

La empresa tiene previsto enviar 120 telegramas de despidos mientras que otros 40 operarios continuarán pero con tareas administrativos.

Sin embargo, la caída de la actividad industrial, y la escasa iniciativa por parte del grupo Indalo, determinó el cierre de la planta.

Paraná Metal definió sostener los telegramas, «120 personas quedan en la calle y alrededor de 40 permanecerán con tareas administrativas para el presunto cierre definitivo», detalló la CTA Rosario.

Los trabajadores se cargaron la empresa en la espalda y gestionaron ante distintas empresas buscando clientes, una vez que encontraron repercusión de sus propuestas los que defeccionaron fueron los miembros del Grupo Indálo. En esos momentos, en diálogo con Conclusión manifestaron que si bien “está claro que es un problema de producción”, observaron “cierta apatía” de la empresa en su política comercial porque no buscaban nuevos clientes.

En ese momento, recordaron que que se hicieron sondeos ante el Ministerio de Industria “pero desde allí dijeron que el directorio de Paraná Metal nunca tuvo la voluntad necesaria para continuar con el desarrollo de la planta y hubo muchos clientes que se presentaron y Paraná Metal no se presentó a las reuniones”.

El desenlace

El responsable de dar la noticia fue Fabián De Souza, CEO del Grupo Indalo que pertenece al empresario Cristobal López, en el marco de un encuentro realizado en el Ministerio de Trabajo.

Leandro Del Greco, miembro de la comisión interna, reveló que la reunión con De Souza se extendió durante dos horas y consideró que durante gran parte del encuentro «nos pasamos planteando que queríamos laburar».

«Le dijimos que había producción, que la planta la puede salvar y hay muchos puestos de trabajo dependiendo y Villa no da más», consideró.

El acuerdo nunca llegó y la discusión sobre las indemnizaciones llevó un largo rato.  Se terminó negociando que el pago de indemnizaciones se hará en tres cuotas a 45 días, sumando un mes más al monto.

Los operarios resistiran

Con la consigna que llama resistir -sin afectar las indemnizaciones- se realizó una asamblea junto a trabajadores de Acindar y otros talleres, allí se resolvió “resistir incluso hasta el cambio de gobierno, para el que llegue diga algo, porque el que se está yendo se hace ya el desentendido”.

En 2009, por solicitud del Gobierno nacional, el grupo Indalo se hizo cargo de Paraná Metal. La autopartista no pasaba un buen momento y su existencia estaba bastante comprometida. Cristóbal López, accedió y de esta manera quedó gestionando la autopartista.