Las negociaciones entre los distintos sectores cegetistas se intensificarán en los menos de 40 días que restan para el Congreso que consagrará a la nueva conducción de la CGT unificada, luego de que la pugna se recalentara con la irrupción de tres nuevos candidatos que desafían el preacuerdo en torno al triunvirato que integrarían Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.

En los últimos días, las postulaciones de Gerónimo «Momo» Venegas (Peones Rurales), Sergio Palazzo (Bancarios) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) tensaron el consenso implícito en torno a un triunvirato conformado por un hombre de cada una de las CGT en la que la central estaba dividida.

Cada uno de estos tres dirigentes forma parte de un subgrupo cegetista que aspira, al menos, a que el eventual triunvirato se amplíe a un cuarteto y conseguir la silla restante.

Venegas representa a un subgrupo de moyanistas de extracción peronista ortodoxa que no están de acuerdo con que Schmid sea el representante del sector en la conducción colegiada; Palazzo es impulsado por el poderoso sindicato de Bancarios que no integraba ninguna de las tres CGT y Sasia es el postulante del Masa (Movimiento de Acción Sindical Argentino), facción liderada por el taxista Omar Viviani, que integraba la CGT de Antonio Caló pero diferenciada de los «gordos» y los «independientes».

Los líderes de las tres CGT, Moyano, Caló y Barrionuevo, cumplieron finalmente con el gesto de dar un paso al costado para permitir una renovación en la conducción cegetista, pero ahora harán todo lo necesario en las negociaciones para mantener el triunvirato previsto y así continuar influyendo sobre la vida de la central a través de dirigentes propios.

No obstante, los diferentes sectores deberán transitar un complicado sendero de aquí al Congreso del 22 de agosto en el que no se altere el equilibrio y se eche por los aires el delicado consenso por la unidad construido trabajosamente durante el último año.

«Las reuniones y los llamados cruzados entre los dirigentes de los distintos sectores son una constante y lo seguirán siendo en las próximas semanas», comentó a NA un dirigente del Masa, mientras que Schmid estimó: «Habrá varias reuniones pero la más probable es que suceda lo de casi siempre, que se acuerde la conducción media hora antes del Congreso».

Todos aspiran a llegar al Congreso, que se hará en el estadio Obras Sanitarias, con las negociaciones casi cerradas y cumplir allí con la ceremonia de alzar las manos y consagrar a la conducción acordada.

Si las tratativas se empantanan, se llegaría al Congreso con un escenario más confrontativo y la situación se podría dirimir con una pugna en plena votación, donde se impondrá la voluntad del sector que reúna la mayor cantidad de congresales, algo que de todos modos se buscará evitar para que no haya «heridos» y fugas que desde el principio debiliten la unidad.

De todas formas, si se cumple este último escenario, habrá que mirar de cerca a los sectores de los «gordos» y los «independientes», que suelen moverse en bloque y reúnen a los gremios de mayor cantidad de afiliados, por lo cual son los que aportan un alto número congresales.

Pertenecen a los «gordos» el sindicato de mayor cantidad de congresales, el de empleados de Comercio, y este sector cuenta además con otros dos gremios robustos: Sanidad y Alimentación; mientras que los «independientes» poseen dos organizaciones que están entre las primeras cinco con mayor número de afiliados: Uocra y Upcn.

Según el estatuto de la CGT se debe aplicar el siguiente cálculo para determinar la cantidad de congresales que representará a cada asociación gremial: de más de 300 afiliados a 2.000, corresponde un congresal; de 2.001 afilados a 5.000, dos congresales; de 5.001 afiliados a 15.000, cinco congresales y a más de 15.000 afiliados les corresponde un congresal por cada 3.000 o fracción mayor a 2.000.