El acuerdo logrado el viernes pasado entre el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) de Rosario y Terminal Puerto Rosario (TPR) no pudo efectivizarse este lunes debido a que en la puerta de la empresa cinco ex empleados y manifestantes del Polo Obrero obstaculizaron el paso de los trabajadores que pugnaban por entrar.

Por ello, Conclusión dialogó en el secretario general de la delegación Rosario del SUPA, César Aybar, quien no dudó en catalogar de “delincuentes” a quienes se plantaron este lunes frente a la puerta de TPR.

“Un grupo de violentos ha amenazado a todos los trabajadores de la terminal llamándonos por teléfono, amenazándonos de muerte, amenazaron la comisión directiva. En estos momentos ya tenemos un acuerdo donde se incorporaron de los 25 trabajadores a 20, se consiguió una recomposición salarial del 90 % al 31 de marzo, se consiguió que los trabajadores eventuales se les dé un adelanto para paliar la necesidad económica, también se consiguió que se les pagara un alto porcentaje de los días caídos por huelga y a estos que dicen ser trabajadores, pero son delincuentes, se les consiguió que cobraran una indemnización por despido, fondo de desempleo y obra social”, describió el dirigente gremial.

Enseguida, señaló: “No hay trabajadores ahí, son todos grupos de izquierda que están tratando de hacer ollas populares, romper, se encargaron de amenazar a todo el mundo para los trabajadores que están diciendo que si van a entrar a trabajar no se olviden que la familia está sola, es una locura lo que está pasando ahí”.

“Nosotros como gremio ya tenemos un acuerdo, ahora ya está firmado y vamos a ratificarlo en el Ministerio de Trabajo de la Nación, y después va a depender de las autoridades provinciales y del puerto para que puedan ingresar a trabajar a los trabajadores que quieren trabajar”, añadió.

Más adelante, al ser consultado sobre si realizará las denuncias correspondientes, Aybar respondió: “Ahora estoy en Buenos Aires, y cuando vuelva voy a hacer la denuncia pertinente en la Fiscalía porque anoche se comunicaron conmigo también, con la comisión directiva, recibimos amenazas de muerte y las han recibido otros compañeros también”.

“Yo no entiendo cómo este grupo de izquierda el Polo Obrero y el Frente de Izquierda, están apoyando esto cuando estos delincuentes violentaron a una mujer, la golpearon, le tiraron una rueda con fuego prendido al auto y le rompieron el vidrio”, manifestó, para inmediatamente completar: “Es una compañera de trabajo que trabaja en Terminal Puerto Rosario en Higiene y Seguridad. Es inaudito, no entiendo como defienden a esta gente que ejercen violencia de género sobre las mujeres”.

Además, el gremialista consideró que “lo que está pasando es gravísimo” y detalló: “Es un grupito de 5 personas, con gente que no tiene nada que ver con el puerto que están llevando esto a una violencia tan extrema, hasta el punto que están amedrentando a todos los trabajadores que dicen defender. Hoy hay 300 trabajadores que quieren ingresar a trabajar y no pueden trabajar por estos delincuentes”.

“Lo que no entiendo es cómo estos grupos que reivindican el feminismo, la defensa de las trabajadoras, la defensa de la igualdad de las mujeres ante la sociedad, estén apoyando y reivindicando a 5 violentos que han ejercido violencia contra la mujer. Esto no lo puedo creer”, expuso.

A continuación, recordó que “este mismo grupo es el que en el pasado hizo un piquete para que no dejen entrar mujeres a trabajar en el puerto y esta comisión directiva peleó muchísimo para que sean las primeras mujeres trabajadoras de todos los puertos del país”.

“Estoy enojado porque acá estamos hablando del bienestar de 300 familias y estos cinco delincuentes que hoy quieren entrar por la fuerza que llamando rompiendo, golpeando, haciendo todos los desmanes que hicieron”, abundó.

Asimismo, detalló: “Estuvieron sentados en la mesa en las 27 audiencias que tuvimos con el Ministerio de Trabajo la Nación y escucharon las negociaciones. Hasta el mismo Ministerio de Trabajo de la Nación, les dijo en la cara que no podrán ser reincorporados por todas las cosas que hicieron”.

Finalmente, subrayó que “cuando echan a un trabajador con causa no le dan un centavo y le pagan la liquidación final”, para enseguida exponer que a pesar de ello, el SUPA “logró que se les pagara un acuerdo económico que es similar a una a una indemnización por despido, un fondo de desempleo por un año y 6 meses de obra social y capacitación para que se puedan reinsertar laboralmente en otros lugares”.