En medio de la crisis política que atraviesa el Frente de Todos, el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Gerardo Martínez, admitió dificultades para delimitar quién gobierna en la Argentina, producto de lo que definió como «un cortocircuito» entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, que pone «en juego el futuro de la Argentina».

«La verdad es que cuesta contestar fácilmente quién gobierna porque hay una contradicción entre lo que uno desea, por una valorización del orden constitucional, y lo que pasa. Hay una situación sinuosa en el desarrollo de quién conduce la coalición que le toca gobernar la Argentina», reconoció el sindicalista.

En declaraciones a LN+, el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT agregó: «Creo que nunca pasó una situación así, en el que se exponga públicamente ya sea el enojo, la ignorancia, el ninguneo. Lo que vemos es un circuito de comunicaciones que no están en orden, y puede desembocar en un cortocircuito. Está en juego el destino de la Argentina, por lo que hay que evitar ese cortocircuito».

En referencia a la contienda entre el Presidente y la vice, el referente gremial hizo referencia a situaciones de desencuentro en la historia argentina, pero señaló que existían «códigos de convivencia política» donde solo se comunicaba el resultado final «y no los matices».

A su parte, Martínez contó que la mesa chica de la CGT convocó a una reunión para analizar el presente del país tras la asunción de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía y detalló la preocupación que se vive por «la falta de perspectivas». En la misma línea, cuestionó con dureza las candidaturas de cara a 2023.

«No tenemos perspectiva, y no podemos anticiparnos a los acontecimientos. Cuando le regalé la lapicera a Alberto Fernández fue para decirle que no nos detengamos, pero puedo observar que necesitamos estabilidad política para llegar a 2023. Nos angustia cuando hay dirigente que hablan de 2023», planteó.

Sin querer entrar en polémicas, el impulsor de la metáfora de la lapicera respaldó el método de negociación salarial vía paritarias, pero sostuvo que el Salario Básico Universal, postulado por los sectores que respaldan a la vicepresidenta, podría aplicarse como «mecanismo de alternativa en la emergencia» frente a actividades particulares.

Asimismo, el líder de la Uocra respaldó el pedido para que los planes sociales sean administrados por los municipios, pero dejó abierta la decisión al jefe de Estado: «Es una decisión del Estado si está en capacidad de asumir esa responsabilidad. Me parece que debe haber un proceso de transición justa y para eso es necesario invertir y crecer».

Por último, Gerardo Martínez cuestionó con dureza el aumento inflacionario y la realidad de los salarios. «Nosotros sentimos vergüenza cuando tenemos que ir a un debate internacional y decimos que estamos firmando paritarias por el 62 %. La inflación es el impuesto a la pobreza, y genera el colesterol malo del sistema económico productivo. Queremos estabilidad económica, y pedimos medidas antiinflacionarias», concluyó.