El servicio ferroviario comenzó a normalizarse gradualmente desde este martes a la tarde, luego de casi doce horas de interrupción por un paro dispuesto por el gremio de maquinistas La Fraternidad, que desconoció la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo.

El paro, que en principio era por 24 horas, había sido convocado por la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT), que agrupa a gremios del transporte público y de carga.

Tras ello, el Ministerio de Trabajo dictó el lunes a la noche la conciliación para evitar el paro de trenes y colectivos, que fue acatada por los sindicatos de la UGATT, a excepción de La Fraternidad, que encabeza Omar Maturano, quien desconoció lo resulto por la cartera que dirige Raquel “Kelly” Olmos.

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La medida de fuerza era en reclamo de un bono de 50 mil pesos para los jubilados del sector ferroviario, exceptuado del Impuesto a las Ganancias.

El Ministerio de Transporte dispuso un operativo de colectivos que no dio abasto para reemplazar la ausencia del servicio ferroviario.
Ahora se iniciará un período de 20 días hábiles de plazo para que las partes en conflicto lleguen a un acuerdo.

Como la UGATT no cuenta con personería gremial, la cartera laboral notificó uno por uno a los gremios que integran la organización, entre ellas los gremios ferroviarios, la UTA, taxistas, camioneros y portuarios entre otros.

Inspectores de la cartera laboral labraron actas para certificar en el lugar el incumplimiento de la conciliación obligatoria, que podría sufrir sanciones o multas económicas.

Este martes a primera hora de la tarde, el Ministerio de Trabajo confirmó que tras una extensa reunión con La Fraternidad se levantó el paro de trenes y se indicó que el gremio acató la conciliación obligatoria, con lo cual iba a comenzar a restablecerse el servicio que se vio afectado durante toda la mañana.

Para Olmos, se trata de un “paro político”

La ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, sostuvo este martes que la medida de fuerza que realizan los trabajadores nucleados en el Sindicato La Fraternidad “es un paro político” y acusó a esa organización gremial de llevar cabo “una confrontación con las medidas del Gobierno nacional”.

“Este es un paro político y es evidente que la decisión de ellos (La Fraternidad) se trata de una confrontación con las políticas del Gobierno”, señaló Olmos, en declaraciones a Radio con Vos.

En ese sentido, la funcionaria consideró además que el reclamo sindical “responde a un política pública”, al cuestionar que el gremio reclame que se le pague “un bono a jubilados ferroviarios”.

“Hemos convocado a una mesa de diálogo. Ellos tienen que entender que ese bono no es una decisión que pueda comprender a un solo gremio. El Estado tiene que hacerlo en función de contemplar la situación general”, observó Olmos.

Para la funcionaria, los gremios ferroviarios “debería haber acatado la conciliación obligatoria” dictada el lunes, “como lo hicieron otros gremios del transporte”.

“El paro estaba convocado por un conjunto de gremios y la mayoría aceptaron el llamado a una conciliación obligatoria. Solo La Fraternidad y una seccional de la Unión Ferroviaria, resolvieron mantener el llamado a una medida de fuerza”, remarcó.

Consultada sobre las medidas legales frente a la medida de fuerza, la ministra de Trabajo indicó que “desde el punto de vista operativo, se ordenaron acciones con fiscalización que se traducirán en sanciones”.

“En realidad, lo que quiero decir es que no acatar una conciliación es una situación excepcional. En particular, porque este conflicto no es gremial, es algo netamente político. Se trata de un recamo para los jubilados”, apuntó.