La Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN) cumple la segunda jornada de huelga prevista para este fin de año. La justicia termina el 2018 paralizada.

El sindicato que lidera Julio Piumato realiza este viernes otra día de protesta “por el efectivo cumplimiento salarial del presente año acordado entre el gremio y la Corte Suprema de la Justicia”.

El paro de hoy es la continuidad del cese de actividades de este jueves 27 y forma parte del plan de lucha de la UEJN contra la falta de respuestas sobre el Impuesto a las Ganancias, las paritarias sectoriales y el traspaso de parte de la justicia a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires.

Días atrás ya habían advertido que “es inaceptable que el gobierno nacional continúe postergando una definición respecto de la segunda parte” del tramo de aumento salarial firmado entre el gremio y la Corte Suprema, pero que encontró dificultados en el envío de fondos por parte del gobierno nacional.

En esa línea, desde la UEJN manifestaron que “esa conducta reticente es coherente con las políticas de ajuste aplicadas a instancias del Fondo Monetario Internacional (FMI), que procura volcar el peso de la crisis sobre los trabajadores, mientras cosechan grandes ganancias la usura financiera y los especuladores”.

Además, el sindicato enfatizó en que “el salario no es ganancia”, por lo que el sindicato liderado por Piumato pide que “se respete la ley vigente” y los trabajadores no sufran la retención del impuesto de sus haberes.

El mismo Piumato dijo que “estamos en la lucha contra el impuesto al trabajo de todos los trabajadores. Macri dijo en campaña que era robarles. Ahora no sólo quieren seguir robándoles a quienes ya les robaban sino robarles otros nuevos”.

Acotó que “todo esto forma parte la ofensiva del gobierno contra el Poder Judicial. Nunca se vio algo así”. En el escrito solicitaron “respeto a la autarquía financiera y la independencia del Poder Judicial”.

En cuanto a la independencia judicial, el sindicato resaltó que “ese ajuste sobre la Justicia avasalla su independencia, ya que se pretende marcar la agenda de la Corte y condicionar la dirección de sus fallos”.