Trabajadores del Hospital Carrasco realizaron en el mediodía de este martes una protesta para exigir mayor seguridad tras un intento de robo en el que un hombre le gatilló a dos integrantes del equipo de salud. Si bien el arma no se disparó, aseguran que este tipo de hechos son frecuentes y no reciben ninguna solución de fondo.

«Existía la posibilidad de que hoy estemos lamentando la muerte de alguno de nuestros compañeros», advirtió Liseth Sánchez, una de las enfermeras del Carrasco, este martes ante Conclusión.

De esta manera, Sánchez se refirió a un hecho que ocurrió en la noche del lunes, cuando una trabajadora ingresó a una de las salas y encontró a un hombre queriendo robar uno de los televisores del efector sanitario. «Ella obviamente salió a los gritos y corrió por el susto. Ahí es cuando el otro le dispara. Gracias a dios, el arma no estaba cargada y no pasó a mayores», contó.

Al oír los gritos de la enfermera, uno de sus compañeros salió de la sala en la que estaba y, al ver la situación, comenzó a correr. «A él también le gatilló», lamentó la trabajadora en declaraciones a este medio.

«Después vimos que todos estaban encerrados en sus unidades de trabajo pidiendo por el grupo de WhatsApp que no nos asomemos a la ventana; que cerremos bien las puertas y no salgamos a los pasillos, porque no sabíamos si todavía estaba dando vueltas. Posteriormente vino personal policial, que tuvo que requisar habitación por habitación para ver si aun estaba en las inmediaciones del hospital», repasó Sánchez.

Los trabajadores destacaron que no fue un hecho aislado, sino que se inscribe en una larga lista de sucesos que tuvieron que padecer en el último tiempo tanto ellos como los familiares de las personas que son atendidas en el Carrasco.

«Ya vienen sucediendo un montón de veces este tipo de situaciones. Hace poco una compañera forcejeó con uno que le quiso robar la bicicleta. Llegó ahí tras saltar la pared con rejas. Esto es un hospital, no es una cárcel, ni un centro comercial. Estamos brindando lo mejor para la sociedad y nos vemos encerrados muchas veces dentro de nuestras unidades de trabajo, escondiendo nuestras cosas», señaló la enfermera.

Según contaron, también fueron victimas de robos los familiares de las personas que son atendidas en el hospital, a las que les sacan los celulares cuando se duermen. «No podemos más con esta situación, excede hasta a los directivos del hospital y a la policía. Esto va mucho más arriba, esto es un hospital y no podemos seguir trabajando así», cuestionó Sánchez.

Melisa Baldoma, una de las médicas del servicio de Clínica, reiteró frente a Conclusión que la situación que vivieron en la noche del lunes no es un hecho aislado, sino que se da en un marco de violencia social que impacta en distintos niveles.

Aun así, frente a este tipo de problemas, consideran necesario que exista presencia de un policía adicional que esté en el interior del hospital. «No encontramos soluciones de fondo. Esto que vimos es reflejo de eso», afirmó.

La enfermera de guardia Verónica Solis recordó que el reclamo fue trasladado a varias reuniones con las autoridades, pero el tema sigue sin resolverse. «Es muy difícil trabajar sin personal de seguridad, la voluntad que ponemos día a día no alcanza», lamentó.