La Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) pidió al Gobierno nacional que intervenga de manera «urgente» y se garantice un cupo mínimo de harina para consumo interno, debido a la especulación de los productores de trigo y los faltantes en el producto. Desde el sector solicitaron una reunión con las autoridades para describir la situación y formalizar sus reclamos.

«A esto lo sufrimos en el gobierno anterior y ahora también. Llega esta temporada y siempre comienza a faltar la harina y a subir su precio, porque las personas que tienen el trigo lo venden afuera del país y en el mercado interno al mismo precio, así que comienza la especulación tomando el dolar blue y esas cuestiones», señaló el titular de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario, Gerardo Di Cosco, en dialogo con Conclusión.

De momento la reunión está a la espera de una fecha que le permita al sector detallar sus pedidos. Si bien la solicitud para discutir el tema ya ha sido elevada a las autoridades, aún no han tenido una respuesta concreta.

Lo que sí tiene fecha, al menos para Di Cosco, es el comienzo del conflicto que ahora los lleva a exigir una reunión. El referente panadero explicó que la situación actual tiene su origen algunos años atrás: «Hasta el 2015 el tema de las retenciones equiparaba un poco el precio con el mercado interno, entonces no pagábamos el trigo, la harina, a precios internacionales».

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«Al trigo lo producimos acá a la vuelta de la esquina, no puede ser que después tengamos que pagar la harina como ellos quieran, al mismo precio de exportación», se quejó.

Frente a este escenario y de cara a una nueva cosecha -ahora se está comenzando a levantar el trigo- los panaderos buscan que el próximo año las especulaciones estén limitadas por el accionar estatal, volviendo al mismo esquema de 2015: «Retenciones al trigo para asegurar en el mercado interno el cupo de harina que necesitamos para el consumo, no solamente para el pan, para todos los productos».

Incrementos indeseables

El último aumento en el precio del pan se registro hace cuarenta días, cuando incrementó entre un 10 y un 12 por ciento. Desde el sector panadero señalan que, si bien han perdido rentabilidad en el último tiempo, la coyuntura económica no les deja margen para volver a subir los precios. 

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Levadura, margarina y demás insumos -informaron a este medio- aumentaron por encima de un 15 por ciento, jaqueando las ganancias que se obtienen ante cada venta. «Todo porque se referencian en el precio del dolar ilegal. Toman eso y a partir de ahí ponen todos los precios. Éste es el juego macabro que tenemos en la Argentina», dijo Di Cosco.

La imposibilidad de trasladar esos incrementos al precio de los productos panificados radica en la necesidad de no reducir aún más el nivel de ventas del sector. «Las facturas y los bizcochos se están vendiendo únicamente los fines de semana, el resto de los días casi no consume», ejemplificó Di Cosco. A esto hay que sumarle la baja habitual de la demanda que se dan en épocas de altas temperaturas.

Fin de un año para el olvido

La perspectiva de cara a las fiestas de fin de año tampoco enciende una luz de esperanza en el horizonte. Las dudas que rondan respecto a la posibilidad de realizar reuniones familiares se traducen directamente a una baja de las compras, al menos hasta que haya mayores certezas. «Está muy quieto y todos tienen miedo, porque si no vendés estos productos puntuales en las fiestas (pan dulce, budín y demás), después nadie los compra», apuntó el titular de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario.

«Se va a reducir en la producción y la calidad -alertó-, porque los pocos precios que tenemos de frutas secas y abrillantadas marcan que aumentaron entre 50 y 70 por ciento, es una locura. No hay forma de trasladarlo a precio, mantener la rentabilidad y que la gente se lo siga llevando. Está todo muy complicado».

Al momento de referirse al impacto de las medidas de contención que ha aplicado la gestión nacional del presidente Alberto Fernández para paliar los efectos de la pandemia, el referente panadero aseguró que «hay que reconocer que el Gobierno ha ayudado mucho a las panaderías con el ATP, pero no alcanza solamente con eso para mantener las fuentes laborales y seguir con los locales abiertos». 

Ante este panorama de múltiples complicaciones para la actividad panadera, los referentes sectoriales esperan tener una pronta respuesta a su solicitud de reunión con las autoridades nacionales.