Tanto Pablo Micheli, de la CTA Autónoma, como Pablo Moyano, adjunto del sindicato de Camioneros y secretario gremial de la CGT, calificaron, por separado y en declaraciones a Clarín, de «provocación» las palabras de Mauricio Macri con respecto a dar por cerrado eventuales pedidos de reapertura de paritarias.

«El Gobierno sigue gobernando para los mismos sectores concentrados de siempre a los que les ha dado múltiples beneficios como son las mineras, los bancos y el campo. Se olvida de los trabajadores», evaluó Moyano.

Y agregó: «Enumeremos todas las medidas que tomó en contra de los trabajadores: ya suman 100.000 los despedidos y ahora van por más despidos en el Estado, tarifazos, no haber cumplido con la promesa de campaña con respecto a Ganancias y ahora le agrega esta provocación de no dar lugar a la reapertura de paritarias».

En tanto Micheli consideró que las declaraciones del presidente son «una provocación» y anticipan los tiempos para avanzar en la dirección que culmina en un paro: «La medida de fuerza no debe pasar de fines de septiembre. Varios gremios de la CGT, como son los que pertenecen a la Corriente Federal como así también Camioneros, han participado de la Marcha Federal y se unirán a este nuevo reclamo. Esperemos que la CGT toda decida participar también».

La fecha en la que la Confederación defina su participación será el 23 de septiembre cuando se haga un nuevo Confederal. Ya Carlos Acuña, uno de los secretarios generales, había dicho a Clarín este fin de semana que «la CGT tiene sus tiempos y hay instancias de diálogo no agotadas», pero «en caso de no haber respuestas ya están dadas las condiciones para convocar a medidas de fuerza».

Hasta ahora el pedido de reapertura más ruidoso lo llevaron adelante los docentes, que ya incluyó paros. Pero la semana pasada hubo un alerta: el de Los Bancarios. Aunque ellos mismos consideran que cerraron un buen acuerdo salarial (de enero a enero por el 33%) su comunicado avisa sobre una futura reunión con las cámaras. Corren con una ventaja: en su convenio se incluyó una cláusula gatillo que, en caso de ser superado el acuerdo por la inflación, se renegociará.

De todas formas, los gremialistas advierten que hay que considerar que los gremios pueden negociar con las cámaras empresarias el pago de bonos o gratificaciones de fin de año que van por fuera de los acuerdos cerrados: lo que no está dispuesto a hacer el Gobierno es que el Ministerio de Trabajo homologue reaperturas. Eso sí, esta posición del Ejecutivo acota las chances de los sindicatos de conseguir esos plus.

Uno de los integrantes de triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, habló ayer por Radio Continental. Dijo con respecto a las palabras de felicitaciones por la economía que recibió Macri de Barack Obama en China: «Lo primero que hay que decir que los elogios de afuera no coinciden con las preocupaciones de adentro».

Le quedó servida la reflexión para hablar de las paritarias: «Hay que recordar que el ministro de Economía tenía proyectado un índice inflacionario a principio de año muy distinto al que va a cerrar. En consecuencia deberían ser más precisos a la hora de decir cómo se va a compensar la caída del poder adquisitivo».

Concluyó que «hay un proceso generalizado de pérdida del valor del salario, algunos más, otros menos, pero en definitiva todos han perdido».

Un gremialista con varias batallas encima trazó este cuadro de situación ante este diario: «Los gremios no queremos jugar a los autitos chocadores, pero el Gobierno parece que sí».

Fuente: diario Clarín