Un grupo de 60 empresas y 3.000 trabajadores del Reino Unido comenzarán la semana que viene una prueba para reducir la semana laboral de cinco a cuatro días, sin reducciones o quitas en los salarios. Está previsto que el ensayo se extienda durante seis meses y que una vez finalizado, las empresas evalúen la evolución de la productividad de los trabajadores.

La reducción de la semana laboral viene siendo propuesta desde hace tiempo en Argentina hasta el punto de que en la Cámara de Diputados de la Nación esperan ser tratados dos proyectos presentados oportunamente por Claudia Ormaechea y Hugo Yasky que además de integrar el Frente de Todos, son dirigentes sindicales.

Las iniciativas de ambos legisladores no representan un fenómeno argentino, sino que está en línea con muchas otras que en diferentes países del mundo van teniendo su desarrollo y algunas ya cuentan con experiencias concretas.

En cuanto a los proyectos de la misma naturaleza presentados en el Congreso de la Nación, se encuentran algunas diferencias más allá que ambos buscan mejorar la calidad de vida de los trabajadores y mejorar la productividad.

Por su lado, el de Yaski promueve que la semana laboral cuente con un máximo de 8 horas diarias y que la cantidad de horas semanales trabajadas no supere las cuarenta.

En tanto, el de Ormaechea va más allá y formula que la jornada laboral tenga seis horas como máximo y que el tope de las horas trabajadas durante la semana no se extienda más allá de las 36.

De los representantes del pueblo depende que se trate el tema en el Congreso y que en el país se pueda pasar a la acción para hacer la experiencia.