Docentes de la educación pública y privada, como así también profesionales de la sanidad y del Estado provincial participaron este martes de la movilización que habían convocado para protestar por las condiciones salariales que busca imponerle el Gobierno provincial y que están lejos de dar respuesta a la inflación desatada en el país.

En el contexto de la medida de fuerza adoptada que incluye paros en sus actividades, los representantes gremiales alzaron su voz. En tal sentido, el secretario general de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe) Rosario, Juan Pablo Casiello, expuso sin medias tintas: “Estamos recibiendo un ataque brutal, tanto el retiro de fondos del Gobierno nacional, que nos sacó el incentivo docente, como la falta de cumplimiento del Gobierno provincial de la paritaria 2023, y una propuesta de 9 % contra de inflación cercana al 50-60 por ciento para el trimestre, claramente nos plantean una rebaja salarial brutal, lo que estamos rechazando”.

 

Después de mencionar la “situación muy preocupante” de la violencia que asola Rosario, denunció que esta situación está generada debido a que “el Gobierno provincial de Pullaro apostó al conflicto”.

“La solución del conflicto la tiene el Gobierno – aseveró Casiello – en Santa Fe hay recursos, hay empresas que tienen recursos, hay que ir ahí para solucionar el problema de la educación, de la salud, de la seguridad. Si no se afectan estos intereses, no vamos a avanzar, por eso decimos que no es un problema económico, es un problema político”.

A su turno, el secretario general del Sindicato de Docentes Particulares (Sadop) de Rosario, Martín Lucero, se quejó del aumento ofrecido por el Gobierno provincial porque “no alcanza para nada”.

“En este contexto con el DNU y demás, el Presidente Milei facilita la presión de los empresarios y facilita los despidos, y hoy hay que decirlo con total claridad porque hay un clima de época que no favorece a los trabajadores del sector privado, que con una simple carta de documentos quedan sin trabajo”.

En tanto, la secretaria general de ATE Rosario, Lorena Almirón, subrayó que conjuntamente con los otros sectores, “la lucha es una sola en unidad de acción en la calle”.

“Hoy tenemos un dato nuevo, según la junta interna de ATE- Indec, el salario mínimo debería estar por arriba del millón de pesos. Unos 381.000 pesos necesitamos solamente para cubrir los alimentos, y más de 600.000 para cubrir los otros servicios, y ni hablar si tenés que pagar alquiler”, puntualizó la dirigente gremial.

Para el titular del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus) Gerónimo Ainsuain, comparó la oferta del Gobierno comunicada a los estatales y docentes del 9 % de aumento con la inflación proyectada a fines de febrero que será de “casi el 55 por ciento”.

“Pretenden que aceptemos perder más de 40 puntos del poder adquisitivo de nuestro salario cuando nos estamos haciendo cargo de eso y además no pasan a planta los profesionales de la salud que están precarizados para los cuales hay una ley aprobada y muchos otros temas”, explicó Ainsuain.

Más adelante, se preguntó: ¿Cómo vamos a combatir no solo el dengue, lo que está pasando en los barrios de Rosario con el tema de la inseguridad, si la receta es ajuste, recorte del presupuesto?”.

“La verdad que nosotros pretendemos que esto, que los fondos salgan de los sectores que han ganado en todo este tiempo. Es mentira que no hay plata, plata hay. A la gente le sube la prepaga y a nosotros los profesionales no nos venden los aranceles. Lo mismo pasa con los medicamentos, lo mismo pasa con los alimentos. Hay sectores que se han enriquecido y que son los que se tienen que hacer cargo de los fondos necesarios para combatir la inseguridad y para poner salud y educación”, finalizó.