La empresa alemana Lanxess anunció hoy el cierre de la planta de producción de químicos que operaba en la localidad bonaerense de Zárate, por lo que unos 170 trabajadores serán despedidos y podrían producirse protestas.

La empresa dijo que la decisión forma parte de un plan de reestructuración de producción a nivel mundial que la llevará a concentrarse en las instalaciones que tiene en Sudáfrica.

La planta que cerrará en el norte del Gran Buenos Aires en el cuarto trimestre de este año se dedica a la fabricación de insumos para la industria del cuero sobre la base de cromo.

Lanxess opera actualmente instalaciones de producción de sales de dicromato de sodio y de curtido de cromo en ambos países: en la Argentina, en Zárate, y en Sudáfrica en Newcastle y Merebank.

«Esta medida estratégica nos permite fortalecer nuestra competitividad en el negocio de productos químicos de cromo y  concentrarnos aún más en nuestro negocio con productos químicos de cuero orgánicos y así reforzar nuestra posición de liderazgo como proveedor», afirmó Luis López-Remón, responsable de la unidad de negocio de cueros de Lanxess.

La empresa espera que la mudanza genere un efecto positivo de alrededor de 10 millones de euros anuales, que se concretará a finales de 2018.

Pero también generará un costo por única vez de aproximadamente 60 millones de euros en 2017.

«Es nuestra intención entablar conversaciones con los representantes de los trabajadores sin demora para encontrar soluciones responsables para todos los empleados afectados», explica López-Remón.

Lanxess continuará sus operaciones en Argentina en Burzaco y Merlo (San Luis), desde donde ofrece soluciones integrales para la industria del caucho. Actualmente, cuenta con unos 400 empleados en Argentina.

Esta firma alemana con sede central en Leverkusen, Alemania, escindida de Bayer en 2005, incluye 50 sociedades repartidas en 18 países y en las que trabajan unas 18.000 personas.