«Estamos felices». En épocas de vacas flacas, cualquier triunfo laboral es sinónimo de felicidad. Bien lo sabe un grupo de 40 trabajadores de la Agencia Nacional de Discapacidad que veían peligrar sus puestos de trabajo, con 20 años de antigüedad, si no aceptaban un traslado obligatorio a la ciudad de Buenos Aires para ocupar los cargos para los cuales habían concursado recientemente.

Ese miércoles, luego de dos días de ardua negociación con el Ministerio de Salud y Desarrollo Social, finalmente consiguieron que se les respete el cargo de planta permanente en el lugar de residencia para todos los concursados. Y con ello también se logró el reingreso de 6 personas que habían sido despedidas en el mes de abril.  

El conflicto comenzó el pasado 2 de enero, cuando 40 de los 450 operadores que habían concursado para lograr su pase a planta y dejar de ser trabajadores precarizados, se presentaron a asumir su cargo y se les informó que para conservar ese puesto de trabajo debían trasladarse a trabajar en forma permanente a la ciudad de Buenos Aires. Sino, serían despedidos.

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Se trataba de trabajadores de todo el país Cordoba, Santa Fe, Catamarca, Chubut, Jujuy, Rio Negro, Santa Cruz, San Juan, Misiones, Mendoza, La Pampa, Entre Rios, Santiago del Estero y provincia de Buenos Aires, que se veían obligados a dejar su vida, familias, hijos y proyectos so pena de convertirse en desocupados.

Luego del arduo trabajo que implicó organizarse viviendo todos en diferentes ciudades, este lunes los trabajadores viajaron a Buenos Aires, a la sede del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, para reclamar que se les respete sus cargos en sus correspondientes ciudades de origen.

«La firmeza y la determinación que mantuvimos en estos días de negociación fue clave para revertir esta situación perversa que durante meses padecimos, con mentiras, ninguneos, discriminación, humillaciones y dilaciones, que llevaron a situaciones de angustia y malestar para nosotros y nuestras familias ante la posibilidad de quedarnos sin trabajo», señalaron los trabajadores a través de un comunicado.

En diálogo con Conclusión, Loreley Fojo, quien lleva 18 años trabajando en la Agencia Nacional de Discapacidad, antes Comisión Nacional de Pensiones, relató: «Estuvimos negociando dos días con representantes del área de Recursos Humanos que eran los voceros de los viceministros. De entrada nos dijeron que teníamos que ir a trabajar allá y que nada podía hacerse.Nosotros tratamos de explicar todo lo que significaba esa situación, la separación de nuestras familias, de nuestros hijos y de todo los que nos importa. No fue fácil porque ellos tiraron de la cuerda todo lo que podían para ver si nos arrepentíamos. Nos dijeron que había que esperar, que volvamos a nuestras casas y esperemos novedades, que asumamos nuestros cargos en Buenos Aires y después veíamos… esas cosas».

Fojo señaló que las negociaciones fueron duras y con muchos momentos de tensión. «Siempre había policías en la puerta esperándonos y hubo momentos complicados. Pero nuestra determinación fue muy importante, habíamos hecho el esfuerzo de viajar hasta allá y nos plantamos y les dijimos: ‘De acá no nos vamos hasta no nos den nuestro cargo en nuestras provincias. Y si la ministra (Carolina Stanley) quiere que nos encadenemos aquí. con nuestros hijos, lo vamos a hacer y no nos vamos a ir'».

Finalmente, el martes al mediodía, llegó la respuesta oficial del Ministerio de Salud y Desarrollo Social.»Nos trajeron la comunicación que de los funcionarios habían aceptado darnos el cargo donde nos correspondía».

En relación al trasfondo de esta medida que desde la Agencia Nacional de Discapacidad se empeñaban en imponerles, Loreley Fojo volvió a señalar el desguace que poco a poco se está llevando a cabo en el organismo.

«Explicaciones no nos dieron. En realidad esta medida era parte del plan de desmembramiento de la Agencia. A las pensiones paradas y vaciamiento de los programas se le sumaron los 40 despidos del mes de abril pasado. Y querían aprovechar esta oportunidad para deshacerse de otros 40 trabajadores poniéndolos en la compleja situación de tener que abandonar todo o renunciar. Pero como nosotros nos mantuvimos tan firmes, creo que el Ministerio de Desarrollo no se quiso hacer cargo de los despidos y por eso cedieron. Creo que ellos se jugaban a que íbamos a renunciar  y nosotros nos plantamos en defensa de nuestro trabajo».

Un punto oscuro en el conflicto fue el rol de los gremios involucrados. Así lo evidencia el comunicado difundido por los trabajadores: «Aunque muchos se arroguen esta victoria, lamentablemente en esta pelea no contamos con el apoyo gremial necesario. El triunfo fue el resultado de un colectivo de trabajadores con un claro objetivo, no volver a nuestros lugares de residencia sin nuestro cargo», reza el escrito.

En ese sentido Fojo reconoció que se sintieron abandonados por sus gremios y que por eso remarcan que la victoria nho se debió al accionar sindical. «La cuestión gremial estuvo difícil. Nosotros tenemos una junta interna de pensiones que se negó a acompañarnos en esta pelea. No recibimos apoyo ni de la junta ni de los gremios involucrados ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) nbi de UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación). Desde UPCN nos dijeron desde el principio que, para ellos, era un caso cerrado y aceptaban la resolución del Ministerio».

La mujer remarcó que la negociaciones las llevaron adelante solos, sin ninguna intervención de los gremios y  que ni siquiera si hicieron presentes los abogados, a pesar de que les habían prometido ir. «El martes llamamos a concentrar frente al Ministerio y vinieron trabajadores de las distintas dependencias, pero los gremios no participaron».

«Pero bueno, lo importante es lo que conseguimos nosotros, con nuestra determinación y voluntad. Nos reconocieron nuestros cargos, legítimamente ganados en concurso, en nuestras ciudades de origen. Estamos felices», recalcó Loreley, que ansía volver a Rosario para abrazar a su hijo de siete años. «Él ya lo sabe. Y está muy contento y feliz y festejando que me puedo quedar a su lado».

Comunicado de los trabajadores

Luego de 2 días de negociaciones con los funcionarios del Ministro De Salud y Desarrollo Social de la Nación, finalmente se consiguió el cargo de planta permanente en el lugar de residencia para todos los concursados. Con esto tambien se logro el reingreso de 6 compañeros despedidos en abril.

Este logro fue dado gracias a los trabajadores de Córdoba, Santa Fe, Catamarca, Chubut, Jujuy, Rio Negro, Santa Cruz, San Juan, Misiones, Mendoza, La Pampa, Entre Rios, Santiago del Estero y Mercedes Provincia de Buenos Aires, que nos organizamos para viajar y defender nuestros puestos de trabajo legítimamente ganados en el concurso.

La firmeza y la determinación que mantuvimos en estos días de negociación fue clave para revertir esta situación perversa que durante meses padecimos, con mentiras, ninguneos, discriminación, humillaciones y dilaciones, que llevaron a situaciones de angustia y malestar para nosotros y nuestras familias ante la posibilidad de quedarnos sin trabajo.

Aunque muchos se arroguen esta victoria, lamentablemente en esta pelea no contamos con el apoyo gremial necesario. El triunfo fue el resultado de un colectivo de trabajadores con un claro objetivo, no volver a nuestros lugares de residencia sin nuestro cargo.

Agradecemos a los que nos acompañaron e hicieron el aguante en estos días y celebramos este triunfo. ¡La lucha vale…hoy podemos decir familias con trabajo! ¡Viva la lucha de los trabajadores!