El politólogo Atilio Borón analizó la situación del país en el contexto de emergencia sanitaria y manifestó que le resulta «incomprensible que la cámara de diputados no se haya puesto a pensar en una legislación extraordinaria».  «Creo que acá la sensación de urgencia debería estar devorando las entrañas de los diputados», afirmó.

Atilio Borón dialogó con Fernando Alonso en el programa Reporta Caput y ejemplificó con la figura de Maquiavelo los procedimientos posibles para resolver situaciones de Estado complejas: «Según Maquiavelo un gobernante debe siempre tratar de funcionar de acuerdo a la ley, pero hay veces que por más que quiera no puede, porque hay factores que impiden el funcionamiento de la ley. Entonces, o se queda cruzado de brazos o apela al recurso extraordinario que es la fuerza».

«La fuerza no quiere decir la violencia física», explicó, «sino hacer transitar el proceso de decisión por circuitos que no son estrictamente los legales o apelar a recursos de tipo coercitivo para que algo que debe hacerse se pueda hacer. La Argentina ya está en una situación extremadamente grave y vemos cómo va a haber un endurecimiento de la pandemia».

«A mí como ciudadano me resulta incomprensible que la cámara de diputados no se haya puesto a pensar en una legislación extraordinaria», sostuvo.

Borón afirmó que «para combatir esto se requiere dinero para financiar todo el aparato de recuperación de salud de la gente y para poner en marcha la economía, que está a media marcha. Y a que aquellos que están a la vera del camino, les tenés que hacer llegar algo como una renta básica universal».

Respecto a la figura del presidente, consideró que «Alberto sin duda ha sido desde la vuelta a la democracia el presidente más dialoguista que hemos tenido. Eso me parece que es una virtud, pero cuando es tu única virtud vas a encontrar problemas. Yo preferiría que Alberto hablara con Sergio Massa y le dijera que de manera extraordinaria se trate ya el impuesto a la riqueza».

«Porque dentro de dos meses ya va a haber pasado el pico y no llegamos a tiempo con el dinero que necesitamos para comprar camas, ambulancias y demás. No sirve que entre al Congreso de la manera tradicional. Estamos en medio de una guerra, se me hace inconcebible pensar que en la segunda guerra mundial el parlamento británico actuara con la parsimonia que actúa nuestro Congreso», remarcó.

Aseguró que hay mecanismos que pueden ser puestos en marcha: «por ejemplo Alberto podría hablar con gobernadores que tienen diputados y solicitar ayuda para agilizar esto, porque se está poniendo en riesgo la estabilidad del gobierno y a la población».

Y puso el ejemplo de Abraham Lincoln: «vean cómo concilio los votos necesarios para tener los dos tercios de la abolición de la esclavitud. Lo consiguió a como de lugar. No podemos ser tan ingenuos de estar esperando a ver si se ponen de acuerdo. Se viene el país abajo. Creo que acá la sensación de urgencia debería estar devorando las entrañas de los diputados».

«Creo además que lo que se viene después va a ser una tragedia potenciada de lo que pasó con el macrismo y sería una irresponsabilidad que eso pasara por no haber actuado firmemente donde todas las opciones estaban cerradas», concluyó.