Por Alejandro Maidana

Poco importó la vigencia de un amparo ambiental colectivo, el avance del estado cordobés a través de sus contratistas sobre la zona de montes nativos sigue adelante. Una vez más esta democracia atada con alambres y socia de las corporaciones, demostró que la desaprobación de la población (90%) al proyecto de autovía, poco importó a la hora de imponer un plan que generará un profundo impacto socioambiental.

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Las audiencias públicas el 90% de los participantes rechazaron los proyectos de autovía. Es por ello que no existe licencia social para avanzar con una superestructura que ha recibido mayoritariamente un contundente rechazo. El pueblo gobierna a través de sus representantes, algo que lejos estaría de representar la actualidad de un terruño cordobés que contempla como su paisaje y cotidianeidad se van modificando sustancialmente, generando un grado de incertidumbre muy grande.

Cabe destacar que existen medidas cautelares tanto, en la autovía de la ruta 38 de Punilla, que se encuentra en el tribunal superior de justicia, y una que habla de no innovar en ambos casos, por la ruta 5 de Paravachasca, que se encuentra en la cámara de lo contencioso primera en los tribunales ordinarios de la provincia de Córdoba. Por todo este conjunto de irregularidades e ilegalidades desde distintas asambleas, sostienen que el proceso licitatorio es irregular e ilegal, sin embargo, el proyecto avanza.

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Las distintas organizaciones denunciantes, exigen que Caminos de las Sierras deje de manipular a los vecinos en su afán de expropiación, sosteniendo que las obras son ilegales porque han violado el proceso administrativo, la consulta a los pueblos originarios y el Acuerdo de Scazú, entre otras cosas. Cabe destacar que también se le exige al gobierno nacional que quite el aval para que la provincia nos siga endeudando con obras que destruyen el lugar que habitan, en vez de utilizar ese dinero en salud, educación y trabajo genuino.

El comienzo del desmonte, la valentía para frenarlo

El viernes 11 de marzo comenzaría pese a existir un amparo ambiental colectivo, la destrucción del valle para la realización de la Autovía Ruta 5. Las máquinas de “Caminos de las Sierras” avanzarían impiadosamente y desoyendo, tanto a la justicia, como a la voluntad popular de un pueblo que no se resigna a hipotecar su cotidianeidad. Este sábado, alertados y movilizados por el comienzo ilegal e ilegítimo del desmonte, vecinos y distintas organizaciones, se hicieron presentes para frenar la prepotente desidia. “A raíz de la acción y resistencia de esta mañana, logramos momentáneamente que las máquinas dejen de trabajar, por ello es necesario realizar guardias en el obrador. La policía dio garantías de acompañar el resguardo de los vecinos y vecinas que estemos en el lugar”, le dijeron a Conclusión desde la Asamblea de Paravachasca.

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La organización y valentía de las y los vecinos junto a distintas agrupaciones, lograron frenar el avance de las topadoras. Situación que generó la intervención de fiscalía par garantizar que las topadoras no continúen con el atropello. “Vamos a permanecer en el lugar hasta que el juez de la causa se expida sobre el amparo ambiental colectivo que hemos interpuesto. Reiteremos que al mismo lo hemos realizado por las múltiples irregularidades e ilegalidades que se han manifestado desde la concreción del proyecto. Nos encontramos en asamblea permanente junto a vecinas y vecinos de Paravachasca, invitando a distintas organizaciones a acompañarnos en esta digna resistencia”, sostuvo en charla con Conclusión Diego Aranda, integrante de la Asamblea de Paravachasca.