Por Gisela Gentile

En el marco del mes mundial de concientización sobre la depresión, la información sobre dicha enfermedad haría que en muchos casos se puedan lograr tratamientos adecuados con el fin de que los cuadros no escalen en gravedad.

Según el último informe brindado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de diciembre del año pasado, consideró a la depresión <como una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300  millones de personas. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares>.

Estos datos también indicaron que, en el peor de los casos puede llevar al suicidio. Y agregó que, <cada año se suicidan cerca de 800.000 personas, siendo la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años. Aunque existen tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90% en muchos países) no recibe dichos tratamientos>.

Por ello Conclusión entrevistó a la psiquiatra María Belén Giampani, con el fin de conocer más detalles sobre esta enfermedad que padecen muchas personas, pero que poco se conoce de ella.

“La depresión es una enfermad que se relaciona con un estado persistente del estado de ánimo, que tiene que ver con la conducta que posee una base psicológica, biológica y medioambiental. Todo lo anteriormente nombrado lleva a un declive funcional de la persona”, dijo la profesional.

El diagnostico y el tratamiento es muy importante, ya que de no hacerlo puede acarrear una  muy mala calidad de vida, “la OMS (Organización Mundial de la Salud) documentó a la depresión como la segunda causa de muerte y alertó que de acá al 2030 habrá más personas que puedan padecer depresión”.

En cuanto a quienes afecta en mayor medida dicha enfermedad, Giampani agregó, “podemos observar con mayor frecuencia dos franjas etarias, una entre los 20 y 30 años y otra entre los 30 y 40. Si bien estos son los llamados picos, también podemos observarla en adultos mayores en donde también se ponen en juego comorbilidades clínicas, ya que existen otras enfermedades que se relacionan con cuadros depresivos”.

“El consumo de sustancias está estrechamente relacionado a cuadros depresivos, no sólo con sustancia psicoactivas, sino también con el alcoholismo”, destacó la psiquiatra con el fin de tener en cuenta la influencia de esta droga legal.

Resulta fundamental poder reconocer cuáles son los síntomas característicos de un cuadro depresivo para lograr un diagnóstico temprano, “deberían alertarnos si algún familiar cercano muestra sentimientos de tristeza, perdida de interés por la actividades cotidianas, pérdidas de placer, sentimiento de culpa, baja autoestima, desgano y apatía. Sumado a lo anteriormente citado, se comienza a observar alteraciones en el sueño (ya sea dormir de más o no dormir), trastornos en el apetito, cansancio, falta de concentración que no tiene que ver con un trastorno cognitivo, sino que se relaciona con dicho cuadro depresivo”.

“En muchos casos se reitera la situación de que les cuesta mucho levantarse de la cama, prefiriendo estar la mayoría del día acostado, lo cual imposibilita realizar lo que normalmente hacen. Frases como < esto no me interesa>, <no me gusta>, <no quiero> y padecen ese sentimiento de no poder ver las cosas como antes. Otra situación a tener muy en cuenta son los dolores, ya sea de cabeza, articulares, o cualquier otro tipo de dolor”, enfatizó Giampini.

El retraso psicomotor también es una característica que se da en dichos cuadros, “podemos visibilizarlo en los movimientos o gestos, notando a la persona con movimientos enlentecidos y un desgano o apatía generalizada”.

No todos los cuadros son lo mismo, ya que existen distintos niveles de depresión, “podemos categorizarla en leve, moderado o grave, esta última puede llevar al suicidio, por ello es importantísimo el diagnóstico temprano y el tratamiento correspondiente. La OMS, también alerta sobre que en algunos casos pueden llegar a ser depresiones crónicas recurrentes, con la dificultad que conlleva de no poder realizar las actividades cotidianas, por ello es de suma relevancia realizar un tratamiento”.

Existen diferentes procedimientos según cada caso, “dependiendo los síntomas, el cuadro clínico se puede tratar con psicoterapia o psicofarmacología. Si bien muchos de los casos necesitan tratamientos con fármacos, lo importante es la psicoterapia, es decir, el trabajo conjunto e interdisciplinario que se pueda hacer entre psiquiatra, psicólogo y el acompañamiento familiar”.

En torno a la cifra brindada por la OMS sobre la cantidad de suicidios que se dan cada año, la profesional sostuvo, “las causas de suicidio son múltiples, ya que está relacionado con muchas patología psiquiátricas, no solo con depresión. Pero como punto importante hay que resaltar que la depresión tiene causas endógenas y exógenas, en donde en muchos casos existe predisposición genética, pero que se debe analizar en relación con un todo. Es indispensable saber el momento histórico que la persona está viviendo, hay situaciones en donde tenes una buena contención familiar, actividades sociales, amistades, y de golpe, existe algún conflicto o pérdida del puesto laboral o de algún familiar, y eso hace que esa persona no tenga capacidades adaptativas a esa “x” situación problemática y comienza con lo que llamamos un cuadro depresivo”.

“Tenemos que entender a la personas como seres biopsicosociales, no podemos hablar separando el cuerpo de la mente y ambiente, por eso cuando hablamos de proceso salud, nos referimos a un proceso salud – enfermedad. Por ello tiene que ver con un conjunto de factores que un determinado momento histórico de esa persona desencadena el cuadro clínico de depresión”, argumentó.

Detectar el cuadro a tiempo por parte de los médicos es de suma importancia, “tenemos interconsultas de médicos cardiólogos, clínicos, y otras especialidades. A veces existen cuadros clínicos que empiezan a desencadenar cuadros depresivos. Es importante que se sepa que es una patología muy frecuente, por ello es necesario un diagnóstico a tiempo y comenzar con un tratamiento. En algunos casos requiere de psicofarmacología, pero destacando siempre la importancia de la psicoterapia y el acompañamiento familiar”, concluyó.