El Día Mundial contra la Trata de Personas es conmemorado cada 30 de julio por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que fijó esta fecha en 2013 para visibilizar la trata de personas e instar a los representantes públicos a luchar contra este flagelo.

Las tasas de detección cayeron un 11% en 2020 y las condenas se desplomaron un 27%, lo que ilustra una ralentización mundial de la respuesta de la Justicia penal a la trata. La pandemia de COVID-19 también alteró las propias características de la trata, empujándola aún más hacia la clandestinidad y aumentando potencialmente los riesgos para las víctimas al hacer menos probable que el delito llegue a conocimiento de las autoridades. De hecho, el 41% de las víctimas que consiguen escapar de su terrible experiencia acuden a las autoridades por iniciativa propia, otra clara señal de que las medidas de lucha contra la trata se quedan cortas”, advierte la ONU.

El objetivo específico de este día es hacer un llamamiento a los gobiernos, las fuerzas del orden, los servicios públicos y la sociedad civil para evaluar y mejorar los esfuerzos para fortalecer la prevención, identificar y apoyar a las víctimas, y poner fin a la impunidad.

Cada año, el Día Mundial contra la Trata de Personas tiene un lema diferente. El de 2013 es “Llegar a todas las víctimas de la trata sin dejar a nadie atrás”. Los lemas anteriores fueron “Uso y abuso de la tecnología” (2022) y “Escuchar y aprender” (2021).

Respecto a este año, el secretario General de la ONU, António Guterres, pidió “redoblar los esfuerzos para detectar a los supervivientes, para protegerlos y prestarles apoyo, y para no dejar atrás a ninguna víctima de la trata”.