¿A quién no lo hace feliz desayunar con una rica medialuna o acompañar un almuerzo o una cena con un sabroso pedazo de pan? Los argentinos somos fans de la panificación y como cada 4 de agosto, hoy se celebra el Día del Obrero Panadero, uno de los oficios que mayores satisfacciones nos regala a diario.

Pero, ¿por qué se festeja hoy? Se debe a la creación en 1887 en Buenos Aires de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, el primer sindicato del oficio del país.

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La entidad se fundó por iniciativa del italiano Ettore Mattei, quien se destacó como uno de los organizadores del movimiento obrero anarquista en Argentina. Fue la primera sociedad de resistencia y solidaridad de clase de la nación basada en los principios de la acción directa y la huelga revolucionaria.

Y fueron precisamente los anarquistas quienes le dieron nuevos nombres a los productos de panadería, por eso hacen alusión o burla a temáticas religiosas y militares: sacramentos, bolas de fraile, bombas y vigilantes, que son los que conocemos hoy desconociendo, muchas veces, sus orígenes políticos.

El 4 de agosto fue reconocido oficialmente como Día Nacional del Panadero por el Congreso Nacional argentino en 1957. Desde entonces, la conmemoración de esta fecha es un clásico en la sociedad.

Natalia, panadera y encargada de producción de la famosa panadería Manhattan habló con Conclusión y celebró: “Encontré un oficio que me gusta, desde hace siete años. Empecé desde abajo y todos los maestros panaderos de esta panadería me fueron enseñando lo que se hoy, me encanta trabajar con harina”.

El oficio arranca y se ejerce desde bien temprano: a las 4.3/5 de la mañana ya empiezan a abrirse las panaderías para preparar la producción del día.

Cristian, panadero por elección desde hace 30 años, y hoy encargado de la panadería del sindicato de Empleados de Comercio lo confirma y detalla: “Ya desde las 00 ingresa un turno y después se refuerza con más compañeros que entran a la madrugada para dejar todo listo”.

“Que hoy Empleados de Comercio pueda tener una panadería propia es un logro para los trabajadores muy grande”, destacó orgulloso.

Por último, Cristian apeló a los años de experiencia y reflexionó: “Hoy en día el oficio de panadero tiende a desaparecer, porque viene avanzando mucho la industrialización. Se va quitando mucha mano de obra entre lo que es artesanal y se van perdiendo muchas cosas de lo tradicional de la panadería”.