Los Patriarcas y demás jefes de las Iglesias de Jerusalén se han unido en un llamamiento a la paz y la justicia, en medio de la violencia desatada tras el ataque de Hamás contra Israel. “Tierra Santa, lugar sagrado para innumerables millones de personas en todo el mundo, está actualmente sumida en la violencia y el sufrimiento, debido al prolongado conflicto y a la lamentable ausencia de justicia y respeto de los derechos humanos”, se lee en el comunicado conjunto publicado este fin de semana.

“Nos solidarizamos con el pueblo de esta región, que está soportando las devastadoras consecuencias de los continuos enfrentamientos. Nuestra fe, que se fundamenta en las enseñanzas de Jesucristo, nos obliga a abogar por el cese de todas las acciones violentas y militares, que perjudican tanto a los civiles palestinos como a los israelíes”, escriben los líderes de las Iglesias. Asimismo, condenan “inequívocamente todo acto dirigido contra civiles, independientemente de su nacionalidad, etnia o fe. Tales acciones van en contra de los principios fundamentales de la humanidad y de las enseñanzas de Cristo”.

“Esperamos y rogamos fervientemente que todas las partes implicadas atiendan este llamamiento al cese inmediato de la violencia. Imploramos a los líderes políticos y a las autoridades que entablen un diálogo sincero, buscando soluciones duraderas que promuevan la justicia, la paz y la reconciliación para el pueblo de esta tierra, que ha soportado las cargas del conflicto durante demasiado tiempo”, escriben en el comunicado.

Además, los líderes religiosos tienden sus manos “a todos los que sufren” y rezan para que Dios “conceda consuelo a los afligidos, fuerza a los cansados y sabiduría a los que ocupan puestos de autoridad. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, para que redoble sus esfuerzos para mediar por un acuerdo justo y duradero en Tierra Santa, basado en la igualdad de derechos para todos y en la legitimidad internacional”.