Una comparación de los lados frontal (izquierda) y reverso (derecha) de la luna. (NASA LRO/Jatan Mehta)

La luna que la gente ve es siempre del mismo hemisferio. Extrañamente, el lado de la Luna que mira hacia la Tierra es muy diferente del lado que mira hacia el lado contrario a la Tierra. Un estudio sugirió que fue el resultado de un gran impacto en la luna.

Por conveniencia, la gente está acostumbrada a llamar al lado de la luna que mira hacia la Tierra «el lado frontal», y al lado opuesto a la Tierra como «el lado inverso». El lado frontal de la luna está cubierto con varias sombras arremolinadas, que los científicos llaman  mares lunares (lunar mare). Los científicos creen que son accidentes geográficos creados por la actividad volcánica en su superficie.

Extrañamente, no existe tal característica en el otro lado de la luna. ¿Por qué solo un hemisferio de la luna tiene actividad volcánica, pero no la otra mitad? Un equipo de investigación de la Universidad de Brown que utiliza simulaciones por computadora de la historia de la luna cree haber descubierto la causa de este fenómeno.

La cuenca del Polo Sur-Aitken (SPA) es un enorme cráter de impacto situado en la cara oculta de la luna, con un diámetro de unos 2.500 kilómetros y una profundidad de 6,2 a 8,2 kilómetros. Se formó después de un impacto que sufrió hace 4.200 millones a 4.300 millones de años. Es el cráter de impacto más antiguo y más grande de la luna y uno de los más grandes conocidos en el sistema solar.

Aunque se encuentra en el lado oculto de la luna, el borde de la pared del cráter más al sur está expuesto en el polo sur y se puede ver desde la Tierra. En el pasado, los científicos pensaron que era una enorme cadena montañosa en el polo sur de la luna, que se llamaba las montañas de Leibnitz. Cuando más tarde se descubrió que era la pared del foso de esta enorme cuenca, se eliminó el nombre de montañas de Leibniz, pero la cuenca conservó esta característica como parte de su nombre.

Los investigadores de la Universidad de Brown construyeron modelos informáticos de cómo habría evolucionado la luna hace mucho, mucho tiempo, antes de esta actividad volcánica en el frente lunar y después del impacto. Como resultado, encontraron que el impacto tuvo una gran transcendencia en la luna, no sólo dejando este enorme cráter, sino, algo más importante aun, cambiando la distribución de sustancias químicas en la luna.

«Sabemos que un evento de impacto masivo como el que crea el cráter SPA puede generar un calor considerable», dijo en un comunicado de prensa el científico planetario de la Universidad de Brown, Matt Jones, uno de los investigadores principales

Sus modelos muestran que el flujo de calor del impacto transportó una composición específica de productos químicos a la parte frontal de la luna, no a la parte posterior. «Creemos que eso es lo que causó el derretimiento de la corteza lunar para producir esos flujos de lava que vemos hoy en la parte frontal».

En otras palabras, encontraron que fue el calor generado por este impacto el que se transmitió al frente de la luna, derritiendo su corteza y dejando muchos rastros de lava en el frente, mientras que la parte trasera no se vio afectada por este calor, por lo que no quedaron rastro de esta actividad de lava.

Para emoción de los investigadores, el descubrimiento también podría explicar otra característica de la luna: muchas áreas en el frente lunar están cargadas de potasio, fósforo y elementos raros que generan calor como el torio. Los científicos se refieren colectivamente a ellos como elementos PKT. Pero estos elementos están ausentes en el otro lado de la luna, lo cual siempre representó un misterio.

Los investigadores vieron en sus simulaciones que el impacto de la luna desencadenó actividad volcánica frontal. «La formación de elementos PKT es un tema importante en la investigación de nuestro satélite», dijo Jones, «y el evento de impacto que formó la cuenca SPA fue un evento trascendental en la historia lunar. Este estudio conecta esas pistas. Creo que nuestros hallazgos son bastante emocionantes».

Los investigadores creen que sus hallazgos son consistentes con todas las observaciones lunares hasta el momento, pero esto es solo una suposición teórica. Se necesita evidencia adicional para una mayor validación en los próximos años.

La investigación fue publicada el 8 de abril en Science Advances, una subsidiaria de Science.