Hace unos pocos años atrás, las formas con que contaba un joven profesional para invertir sus ahorros eran acotadas. Se podía recurrir a comprar divisas extranjeras, elegir un plazo fijo de bajo riesgo, o para algunos pocos, quizás comprar su primer automóvil o propiedad.

Pero con esta nueva generación de jóvenes, una forma diferente de pensar, generar oportunidades y hacer negocios ha surgido.

Actualmente, podemos realizar casi todas las tareas de la vida cotidiana utilizando nuestros teléfonos inteligentes. Y las inversiones no son la excepción. Recientemente, una nueva ola de sitios web y aplicaciones tales como Acorns, Betterment y Robin Hood están cambiando la forma que tenemos de invertir.

Sobre este tema, Conclusión consultó a Gonzalo Fiorina, un diseñador de interacción argentino viviendo en la ciudad de Nueva York que actualmente trabaja en una agencia digital con la que ha ganado prestigiosos premios, y cuenta con amplia experiencia en productos de finanzas digitales que él mismo diseñó.

“La clave del éxito de estos consiste de dos partes” -explicó Fiorina- “La primera, se enfoca en la practicidad y facilidad de uso de estos servicios, sin requerir ningún tipo de conocimiento previo para empezar a invertir inmediatamente. La segunda, consiste en que las tres ofrecen distintas formas de comenzar a invertir con poco dinero y cobrando una tasa ínfima o hasta, en oportunidades, gratuita.”

El modelo de Acorns es muy simple: una aplicación para iPhone y Android de carácter gratuito, que mediante el linkeo de las tarjetas de débito y/o crédito del usuario, redondea los montos de las compras realizadas e invierte la diferencia en Fondos Cotizados en Bolsa.

“Es una gran idea, no solo por lo fácil que es comenzar a utilizar el servicio, sino también porque invierte inteligentemente restos de dinero que no causan un impacto grande en el bolsillo del usuario, pero pueden generar ganancia a largo plazo”, comentó Gonzalo.

Otro servicio que ha ganado reconocimiento en los últimos años es Betterment. La propuesta es seductora y más simplista: crear un objetivo en base al sueldo anual actual y obtener recomendaciones sobre qué inversiones son las mas adecuadas para cada caso en particular.

“Lo mejor de Betterment, es que brinda a sus usuarios recomendaciones personalizadas con respecto a sus propios objetivos, les permite seleccionar el nivel de riesgo que quieren correr, y muestra los resultados a obtener. Poder entender y visualizar de forma simple el impacto de estas decisiones es clave para dar tranquilidad a los usuarios y que éstos logren sus objetivos a largo plazo, generando una satisfacción mayor relacionada al uso del producto”, remarcó.

Robin Hood en cambio, plantea un approach más tradicional. Se enfoca en proporcionar a los usuarios una interfaz simplificada y permitirles invertir en la bolsa como harían con cualquier otro sistema de inversión. ¿La diferencia? Este servicio no cobra por las transacciones; es completamente gratuito.

Además, el diseñador explicó que “lo beneficioso de este servicio es que permite empezar con un mínimo de inversión, elegir exactamente en qué acciones de la bolsa invertirlo, y poder reaccionar a los cambios del mercado con la rapidez que una aplicación manejada por uno mismo proporciona; y todo sin pagar costosas comisiones”.

Todos estos servicios son nuevos y están principalmente disponibles en Estados Unidos en la actualidad, pero la tendencia indica que a medida que la tecnología avance y los mercados sean más competitivos, estas nuevas formas de inversión también llegarán a la Argentina.

Entonces la pregunta que debemos hacernos, es: ¿Podrán este tipo de soluciones digitales brindar la confianza que un inversor deposita en su agente de bolsa, y así convertir a usuarios con poco conocimiento en audaces inversores?

Todo indica que para inversiones simples este bien puede ser el caso; pero cuando de inversiones complejas y específicas se trata, no hay aplicación o sitio web que pueda suplantar la experiencia, sagacidad y reacción de un experto agente de bolsa.